La Universidad de Chile se desprestigia arriesgando caer en una decadencia irreversible por permitir impunidad en casos tan graves como el de Polette Vega.
“Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”. Esta frase de Winston Churchill resume perfectamente el estado actual la Universidad de Chile.
En el último tiempo, la “casa de Andrés Bello” ha sido asediada por escándalos. Primero, el totalitario estatuto del centro de estudiantes de Derecho de la Universidad de Chile, que prohíbe candidaturas estudiantiles que no sean compatibles con sus principios. En segundo lugar, las agresiones sucesivas de las que ha sido víctima Polette Vega, estudiante de Trabajo Social de la misma universidad, por sus mismos compañeros. ¿La razón? Identificarse con posiciones políticas de derecha.
Irónicamente, hoy en tiempos donde se presumen a cada instante y momento razones científicas, parece estar vetado cuestionar aquellas cosas que se estiman como cuestiones sacrosantas fuera del marco del debate racional y razonable.
En 2015, en Inglaterra hicieron una ley que permitía, desde los 55 años, gastar en cualquier cosa los ahorros para las pensiones. 'Ley Lamborghini' la llamaron algunos. Nosotros, como los ingleses de Latinoamérica, deberíamos entonces darle un nombre a la que promueve acá Fernando Atria: ¿Ley Nissan? ¿Ley casa propia? ¿Ley hipoteca tu pensión? Como erudito abogado, el señor Atria sabe que no está de acuerdo con su argumento comunicacional: que es una mentira lo que nos han dicho.
Hay que empezar a tratar a los impuestos “por lo que son”: como un mecanismo coactivo de expropiación y no “por lo que queremos que sean”: una falsa promesa de sana convivencia y superación de las desigualdades.
Ya se han quemado tres millones de hectáreas en Bolivia, dos veces la Región Metropolitana. Evo Morales no quiere declarar 'desastre nacional', porque, dice, no son un país limosnero. La edición del último domingo de Cambio, el diario que él fundó, trae apenas dos noticias de los incendios: un concejal diciendo 'todavía tenemos la suficiencia económica, logística y humana para enfrentar y controlar este incendio que lamentablemente se ha producido', y una página completa sobre cómo apagaron un foco.
El socialismo es una doctrina religiosa que santifica a sus promotores en virtud de la mera adscripción a la causa que representan.
En el último tiempo, muchos han rasgado vestiduras frente a las fake news (según convenga) pero poco han reparado en el hecho de que detrás de aquello se hace visible el declive del uso de argumentos y el creciente predominio de apelaciones sentimentales, como las que la diputada Vallejo enarboló respecto a una discusión cuyos aspectos técnicos no pueden ser desdeñados sin más.
El áspero intercambio entre el diputado Jaime Bellolio y el embajador de China en Chile, Xu Bu debido a la reunión del parlamentario con Joshua Wong, líder de las manifestaciones en Hong Kong, ha puesto en evidencia la forma en cómo el régimen del gigante asiático lidia con ciertos problemas que le generan resistencia o molestia.
Los seres humanos nos encontramos en un momento crucial, y en la cuarta era mucho dependerá de nuestros debates éticos.
Se hace difícil defender valores occidentales diezmados por la corrección política. La condescendencia taquillera posmoderna ante la intromisión cultural china e islámica bordea la ridiculez.
Los hechos ocurridos al interior del Instituto Nacional han cruzado los límites tolerados por la sociedad desde la Revolución pingüina de 2006. Los estudiantes ya no se manifiestan con las clásicas tomas y paros (que hoy despiertan cada vez menos simpatías en la población), ahora mandan la capucha, el overol y las molotov en el emblemático edificio de Arturo Prat 33 y pocos ven con claridad cuál será el futuro del colegio más antiguo de Chile con un alcalde “superado” y un rector “desahuciado”.
El escrito, en el que el Sr. Xu acusa al diputado Jaime Bellolio de reunirse con «matones sociales» en Hong Kong, se enmarca perfectamente en otro concepto: el de sharp power, que algunos traducen como «poder incisivo». Y lo de «incisivo» no tiene precisamente un sentido positivo.
La actitud de muchos de quienes abrazan la agenda climática es religiosa, pues no están dispuestos a aceptar la posibilidad de que emerja evidencia que rebata su análisis.
Millones de empleos están desapareciendo o van rumbo a desaparecer. El cambio nos obligará repensar la educación y el rol […]
¿Habrá guerras en la Tierra por los espacios ocupados en #Marte? ¿Es posible que el planeta rojo busque su independencia? ¿Seguirán siendo chilenos los colonizadores de Marte?
En un futuro cercano, usted podrá (o deberá) tomar la decisión de implantarse un chip en el cerebro. Con dicha interfaz, podremos comunicarnos con las máquinas, y tener toda la información de nuestro complejo sistema neuronal dentro de una simple app. Aunque suene a película de ciencia ficción, ya es parte de la realidad. O al menos, lo será dentro de un plazo de cinco años.
Los últimos dimes y diretes entre la vocera de gobierno y el PS solo denotan la falta de seriedad de nuestra clase política no solo respecto a las acusaciones constitucionales en cuanto mecanismo, sino también respecto al serio problema que significa que, en el ámbito democrático, existan sospechas de la penetración de organizaciones criminales en organizaciones políticas.
Hasta ahora se nos han planteado cuatro modelos de ciudad: el turismo, la educación, el patrimonio y el puerto. Tenemos una ciudad turística donde se asesinó a un visitante canadiense a plena luz del día; una ciudad universitaria donde los estudiantes viven en paro; una ciudad patrimonial donde el patrimonio que se cae a pedazos; y un puerto con la constante amenaza de ser sitiado por los sindicatos. Da lo mismo cuál se prefiera, todos quedan cojos.
«La libertad no es un regalo de Dios,
sino una conquista humana»