La libertad de culto se basa en el reconocimiento de la capacidad de juicio de las personas, de su igual estatus moral y su libertad de conciencia, que se traducen en la igualdad ante la ley desde la cual se derivan libertades importantes como la libertad de pensamiento, de expresión, asociación y la libertad educativa. En la actualidad, el respeto a la libertad de culto es un importante indicador del respeto por la libertad de conciencia. Toda sociedad que se precie de respetar las libertades debe respetar con claridad la libertad de conciencia como base de toda libertad y tolerancia.
Jorge Gómez, Investigador Senior FPP, señala que quemar una iglesia es una profanación cívica y democrática porque va de lleno contra la libertad de conciencia. ¿Qué clase de discusión constitucional podemos tener si no existe el respeto básico a la libertad de conciencia?
Chile pareciera haber rápidamente involucionado, a punta de una ciudadanía barbárica e irrespetuosa de las libertades más básicas, para colocarse dentro de aquel trágico grupo de países con Estados débiles o fallidos.
No hay libertad de expresión plena donde se teme, no solo ofender a un gobierno, sino además transgredir preceptos religiosos que pueden «ameritar» condena social, tortura, prisión y muerte por los métodos más terribles.
«La libertad no se pierde por
quienes se esmeran en atacarla, sino por quienes
no son capaces de defenderla»