«Me da mucho temor, mucho temor, que sigan un poco… como bailando al ritmo del Giorgio Jackson», dijo la actriz Esperanza Silva en La Red.
En Chile ya se hacen visibles dos dimensiones que no hacen auspicioso el futuro próximo.
Como quien va por lana y sale trasquilado, anoche en Estado Nacional, la convencional Beatriz Sánchez acusó de mentir a su par Bernardo Fontaine y solo terminó demostrando que la mentirosa era ella,
Al presidente Piñera le gustaba la cosa naviera con timones, velas y tormentas. Este gobierno prefiere la cosa aérea. Me parece apropiada porque quiere decir que en el gobierno empiezan a enterarse de que la ley de gravedad existe.
Y hablando de modas: ¿También estarán mal las crueles costumbres de los pueblos originarios con animales? ¿O sus boleadoras y sus lanzas? Eso sí que habla de maltrato. Ni hablar de su machismo.
Durante este último tiempo los matinales han cobrado una relevancia política que muchas veces no es aprovechada por sus animadores, quienes se conforman con frases demagógicas en lugar de contribuir con rigor al debate público.
Entre Apruebo y Rechazo hay un espacio, una distancia, se llama corrección. Aprobar por aprobar algo mal hecho, no tiene sentido. Rechazar por rechazar algo no terminado, tampoco. Quizás aún queda algo de tiempo para hacer una buena constitución, pero eso dependerá de tener una disposición más mesurada y humilde.
Como consecuencia, el realismo por el que abogamos los liberales está condenado a ser sacrificado una y otra vez en nombre de una gran idea y a encontrar algo de defensa recién cuando el utopismo de la izquierda amenaza con arrasar absolutamente todo a su paso.
El neoliberalismo no es una ideología sino una corriente de políticas públicas pragmática basada en la evidencia y en los resultados científicos, sostiene el autor.
Como abogado me ha tocado conocer muchos conflictos humanos. Entre socios, entre empresas y clientes, entre matrimonios, etc. Las razones son múltiples pero normalmente tienen una cosa en común, se detonan y agravan en épocas de problemas económicos.
Es tan notable la capacidad que tiene la ministra Izkia Siches para causar polémicas que a primera vista parece menor la controversia en torno a las medidas que tienen en mente desde el Gobierno
Apenas se anunció que nuestro presidente se iba a ir a vivir al barrio Yungay, los precios de los arriendos subieron.
Del presidente de la República todos esperamos ejemplaridad en su actuar y rigor intelectual en sus palabras. Por desgracia, esto último no ocurrió cuando Gabriel Boric, en defensa del cuestionado actuar de la Convención Constitucional, nos dijo que «cualquier resultado [que saliera de la Convención] sería mejor que una Constitución escrita por cuatro generales».
Sabemos que la descentralización es un elemento esencial para el fortalecimiento de las regiones y la distribución del poder, dos cuestiones de las cuales Chile ha carecido históricamente.
Un frenesí antirruso se ha extendido por Occidente tras la invasión de Vladimir Putin a Ucrania.
Hay oportunidades en que es muy difícil escribir porque no hay temas interesantes. Ahora, en cambio, me siento como un zancudo en un campo nudista: no sé por donde empezar.
Unos de los problemas más alarmantes que evidenció pandemia fue la incapacidad de muchas personas de pensar e informarse por sí mismas.
Hoy en día, pareciera que cada uno se siente víctima en algún aspecto de su vida. Esto no tiene nada de raro ni de negativo a priori.
El imán del poder ya marea. Varios andan corriendo acríticamente tras ideas ancestrales y jóvenes.
Cuando se analizan los factores críticos del segundo mandato de Sebastián Piñera, generalmente se alude a la debilidad de su apuesta excesiva en lo técnico en desmedro de lo político.
«La libertad es un derecho humano fundamental,
sin él no hay vida digna»