Lo que olvida la izquierda chilena es que no estamos en una economía cerrada y que los inversionistas, al igual que cualquier persona con sentido común, ponen su plata donde más les convenga.
Francisco opina de manera muy categórica sobre temas en los que no es experto y carece de una buena teoría acerca de cómo superar la pobreza.
Estamos entrampándonos en un turbio pantano legal del que nos puede costar años salir.
La libertad es 'el fin politico más elevado' y eso significa que debemos estar dispuestos a reclamar su superioridad moral.
Entrevista a los empresarios Nicolás Ibáñez y Dag Von Appen tras cinco años de crear la Fundación para el Progreso (FPP)
La Izquierda Cavernaria es la que cree que, a pesar de los reiterados fracasos, el socialismo es posible.
La reducción de la actividad política al exitismo electoral es una de las grandes crisis que vive nuestra democracia.
El marxista realmente convencido es una persona totalmente fanática entregada a una idea y a su realización cualquiera sea el costo que haya que pagar.
Es correcto y justo que cultivemos y proyectemos como identidad la matriz originaria, pero también corresponde proyectar el aporte de los “otros”: conquistadores españoles y minoría afro descendiente, migraciones históricas y recientes. Hay que superar la marginación que sufrieron en la representación cultural los pueblos originarios, pero también estar atentos y receptivos a las expresiones culturales de quienes arribaron después y de quienes migran ahora y comienzan a dejar su impronta entre nosotros, como peruanos, bolivianos, cubanos, coreanos, argentinos, colombianos, venezolanos y haitianos.
Niall Ferguson seguro dará qué hablar en noviembre. Un remezón necesario, en año de elecciones, para pensar el camino hacia un Chile más libre y próspero.
¿Por qué, mejor, no explicitan directamente su tirria frente a quienes aprueban el matrimonio homosexual? Quizás para cuestiones como el aborto, de imposible solución, se podrían matizar las expresiones, pero, ¿para el matrimonio igualitario? Oponerse es peor que ser cavernario.
¿Por qué, si Hitler y Stalin fueron ambos líderes igualmente genocidas y criminales, el primero causa mucho más rechazo que el segundo?
El ejemplo más potente del desprecio por la cultura popular chilena es el adjetivo “facho pobre”, un sujeto que viene del mundo popular, con sus tradiciones y valores, pero es de derecha. Es un insulto tristemente común en redes sociales, basado en la supuesta superioridad moral de ciertas ideas. En buen chileno: es el roteo que usa la gente de izquierda.
Thaler demostró que los humanos no actúan "racionalmente" a la hora de tomar decisiones financieras: gastan más cuando usan efectivo que cuando usan tarjetas de crédito; sí se preocupan por los demás al tomar decisiones; no son egoístas absolutos; tienen problemas de autocontrol y planificación futura y no ahorran para la vejez.
Resulta importante destacar la capacidad de la sociedad civil de conformarse de manera voluntaria e independiente, en torno a los más variados intereses y causas, más allá de las fronteras del Estado y del mercado.
:
El problema de fondo es que tanto los candidatos como los electores, en general, promueven la gran ficción donde todo el mundo trata de vivir a costa del resto, sin importar los costos futuros de aquello. En esa dinámica parasitaria, donde unos ofrecen y otros piden.
La izquierda puso a bailar a su Pincoya, pero no vino la abundancia, sino que una extraña resaca.
¿Opinar o callar como escritor en relación con la política? A mi juicio, aquí no cabe el cálculo estrecho en torno a los lectores que uno puede perder por opinar como un ciudadano más, que se preocupa por el presente y el destino de su país. ¿Si uno no opina en democracia, de qué estamos hablando entonces? El reto crucial para un novelista, en este sentido, es separar las aguas con claridad: una cosa son las novelas, la literatura y sus claves y tiempos; y otra la política con sus demandas, programas y retórica.
El populismo como síndrome esencialmente anti-elitista.
En el prólogo del libro, Vargas Llosa sostiene que el comunismo y el fascismo dejaron de ser los principales peligros para la sociedad libre. Es el populismo, nos explica, lo que debemos combatir hoy.
«La libertad no es un regalo de Dios,
sino una conquista humana»