La pandemia ha dado piso para hacer entrar en tensión ciertas instituciones. Una de ellas fue nuestro sistema de pensiones de capitalización individual.
Cada cierto tiempo el doble estándar resurge en este país.
Poco a poco parece estar esparciéndose sobre la sociedad chilena un profundo cuestionamiento a los pilares de nuestra justicia.
Por momentos, a ratos, este país parece estar de cabeza.
Nadie está obligado a lo imposible, versa el dicho popular, a nadie se le puede exigir realizar una labor que no le agrada o ya no le motiva, así como estar en un lugar donde no se siente útil.
Estos últimos días hemos visto como el covid-19 comienza a permitir desplegar ciertas actividades, tomando los resguardos pertinentes del caso, con alguna tranquilidad.
Evuelo ha causado la presentación de la acusación constitucional contra la ministra de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Silvana Donoso.
En estos tiempos complejos de pandemia, las personas terminan por sufrir diversos males desde estrés hasta depresión.
El último cambio de gabinete del Presidente Sebastián Piñera tiene sus causas.
De un tiempo a esta parte, hemos asistido a un fenómeno preocupante y que debería hacernos volver tras nuestros pasos o al menos reflexionar hacía donde nos dirigimos.
Los últimos días han sido verdaderamente convulsos, no precisamente por lo acontecido en materia legislativa desde el Congreso Nacional y la abrupta derrota propinada por el propio oficialismo a La Moneda -aunque hacen mérito para incorporarse a la categoría-, sino que más bien por los hechos acontecidos en la Provincia de Arauco.
En los próximos días veremos como la Cámara de Diputados probablemente se vuelve a inundar de demagogia, irracionalidad y pulsiones emocionales para quedar bien con las redes sociales.
El país está siendo testigo de los cantos de sirena. En la Odisea, Ulises se aferró al mástil de su barco y para oír los cantos de sirena, tapó con cera los oídos de su tripulación. Aquí parece suceder algo similar, pero al revés.
La centroderecha atraviesa días complejos. Con una mentalidad de antropófaga, digna de una historia griega, parece estar acompañada de la práctica de comerse a sí misma.
Asistimos a la declinación y a un probable ocaso de la coalición de gobierno, Chile vamos -la que debería comenzar a llamarse Chile íbamos, de no enmendar el rumbo-, ante la aprobación del retiro de 10% del sistema de pensiones.
¿Cuántas veces hemos escuchado, visto o leído de episodios de violencia, con heridos, incendios e incluso muertos en la provincia de Arauco y en la contigua Araucanía? Probablemente muchos y ocurre que más de 230 personas, víctimas de violencia, se encuentran en un estancamiento respecto a los planes de ayuda para palear tal situación.
El remezón económico que se está produciendo a consecuencia del coronavirus tenderá a rebarajar el naipe de la discusión pública. […]
La discusión sobre la estrategia para continuar abordando la pandemia del coronavirus en la región suma otro capítulo. Fueron veinticuatro alcaldes de la región del Biobío que se reunieron para aunar propuestas que presentar al mandamás de Salud, ministro Enrique Paris, y al ministro del Interior Gonzalo Blumel. ¿El objetivo? Adquirir nuevas facultades en materia sanitaria y de seguridad. Para ello arguyen su abultado conocimiento de la realidad local.
La centroizquierda se enfrenta a dos carencias insalvables: un proyecto político que aglutine a la población tras su diagnóstico e ideas para el país y una figura que lo encarne para llevarlo a cabo.
Conmoción causó la limitación en la reelección de los congresistas. Pero en particular, la aplicación de la retroactividad en sus períodos legislativos. Parece increíble que, ante el contexto nacional, en el cual la política y la aprobación del Congreso Nacional no podrían estar más deslegitimadas (2% según última encuesta CEP), se haya aprobado limitar las reelecciones, pero no nos pongamos tan innovadores, ni inventemos la rueda, que no nos afecte a nosotros, mejor que entre en vigencia después. Para qué hacer las cosas bien, si las podemos hacer mal.
«La libertad es un derecho humano fundamental,
sin él no hay vida digna»