El delirio institucional del feminismo de género
Estas semanas han dado un golpe directo al feminismo de género, no solo porque los últimos sucesos han dejado al descubierto […]
Publicada en El Mercurio de Valparaíso, 07.12.2020A partir de los resultados del plebiscito de octubre han surgido muchas interpretaciones que suelen empezar con la muletilla "el plebiscito demostró que...": "El plebiscito demostró que no había polarización en Chile"; "el plebiscito demostró que la ciudadanía chilena tiene ganas de participar de la toma de decisiones", etc.
Es posible que el plebiscito haya demostrado esto y muchas otras cosas más. Sin embargo, más allá de las interpretaciones posibles, no debernos olvidar que un plebiscito vinculante es una expresión manifiesta de la voluntad popular. Para John G. Matsusaka, una de las virtudes de votar sobre una ley específica es permitir a los votantes "analizar los detalles y evaluar exactamente lo que hará la propuesta". (Let the People Rule, p. 228). Evidentemente, esta ventaja desaparece si la ley aprobada puede ser modificada luego del plebiscito, transformando un plebiscito vinculante en un verdadero cheque en blanco para la clase política.
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.
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Publicada en El Mercurio de Valparaíso, 07.12.2020Entramos en modo «Teletón». Millones contribuyen a esa noble causa. No hay chileno que no haga un esfuerzo. Cuotas de curso, vacas en las oficinas, […]
Publicada en El Mercurio de Valparaíso, 07.12.2020«El progreso es imposible sin cambio, y aquellos
que no pueden cambiar sus mentes,
no pueden cambiar nada»