Quizás algún neoliberal alienado habrá tenido la peregrina idea de introducir competencia a una práctica tan noble como observar pájaros y colaborar con la ciencia.
Ese grupo de personas que llamamos Estado tiene la obligación de velar por que los impuestos sean lo más bajo posible, pues el dinero que estos sustraen no es de ellos ni de aquellos que pretenden beneficiar, sino de los pagadores de impuestos que lo han generado con su trabajo.
No hay que olvidar que la subordinación de un poder con respecto a otro podría ser algo nefasto para el fortalecimiento de las instituciones democráticas y para un Estado de Derecho.
Los bondadosos proponen siempre la misma, extraña y contraria solución: más poder y, especialmente, más poder para los políticos.
En democracia, parlamentarios y funcionarios públicos toman decisiones que afectan a todos pero jamás asumen un costo cuando éstas salen mal. 'No skin in the game'.
La imagen de ex mandatarios latinoamericanos siendo sometidos a procesos judiciales, sobre todo por casos de corrupción, se ha vuelto habitual en los medios del continente. La tensión entre poder y ética ha sido el eje central en la historia de la política de América Latina.
La solidaridad democrática de la izquierda latinoamericana no es con la democracia y sus instituciones, sino con la corruptela de sus líderes.
Esperemos tener un oficialismo firme y una oposición con capacidad de diálogo. Un país desarrollado debe dejar de lado el fanatismo ideológico frente a los problemas ciudadanos y tener la capacidad de conversar. La democracia necesita de diálogo abierto, de miradas de largo plazo, y no de egoístas disputas parlamentarias. Los ciudadanos esperan que sus representantes muestren que son capaces de dirigir un país. Chile no necesita fútiles disputas, necesita avanzar. La clase política debe pasar de las batallas al diálogo.
El punto central de la crítica a la agresión contra Kast está en que el espacio público, entendido en su complejidad simbólica y pluralista, no debería estar permeado por la violencia.
El resultado de esta histeria protectora es infantes eternos, incapaces de desarrollar la resiliencia que la vida adulta requiere.
Nuestros legisladores tienen una enorme confusión entre lo que es el derecho y la legislación, que se disfraza tras una retórica burda donde las normas legales son vistas como una mera expresión de sus propios deseos y prejuicios.
Si queremos una sociedad civilizada debemos poner a la razón como el instrumento central de juicio y desplazar el sentimentalismo del debate público.
El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio no puede ser únicamente un Mecenas estatal, más bien debe abrir espacios y oportunidades para que la sociedad civil participe de manera eficaz en las artes.
El problema no es si se cambia o no la Constitución, ni por qué la cambiamos. El conflicto es previo: cuál sociedad es la que buscamos construir.
El público debe percibir que hay un plan de país y sintonía de los valores que los sustentan (...) que el timón está firmemente alineado en una dirección y que esa dirección no es la del discurso elitista, sino la de las clases medias y emergentes que quieren sentirse tomadas en cuenta por sus autoridades y no despreciadas y sujeta a grandiosos experimentos sociales sin que alguien les haya preguntado nada.
Es probable que el FA pase de ser una adorable criatura a un adversario temible. Esto es lo que la Nueva Mayoría no ha entendido: el Frente Amplio no quiere coexistir con la vieja guardia, viene a fagocitarla y, de alguna manera, a redimirla de sus errores durante la transición. Esto pasa porque se concibe a sí mismo como una vía excluyente, tanto a izquierda como a derecha. La Concertación será la víctima sacrificial para dar paso a un nuevo pacto social.
Con un plebiscito solo deslegitiman la democracia que representan y los mecanismos que hemos establecido para tomar decisiones.
El mundo académico y financiero nacional recibió malas noticias, puesto que Chile cayó 10 lugares (75.2 puntos) en el último […]
Economistas que luego de unos meses de clases empiezan a dar cátedra sobre el mercado o el Estado, anteponiendo una superioridad intelectual o moral; arquitectos que enfrentados a una cita o texto de la estética de Kant se creen volando a niveles por sobre cualquier mortal.
Deberíamos propiciar que la acción de los legisladores sea cada vez más acotada en términos legislativos, para que así las discusiones sean realizadas de manera adecuada y responsable, sin tanto aspaviento.
«El progreso es imposible sin cambio, y aquellos
que no pueden cambiar sus mentes,
no pueden cambiar nada.»