La relativización de crímenes gravísimos y de graves actos de violencia ocurridos desde el 18-O, es el mayor abismo que podría terminar por devorarnos y acabar con nuestra convivencia.
La violencia y la delincuencia se han hecho costumbre, acaparando el foco de la opinión pública que debería estar puesto en otras materias que sí podrían devolvernos un poco de dignidad.
La ETA, Meghan y el terrorismo. Decidí escribir de mi semana viendo tele ¿cómo analizaremos estos hechos en 50 años?
Este documental sigue la búsqueda de sus creadoras por entender la política del hijo único en China.
Al margen de los argumentos a favor o en contra de la imagen del general, la remoción del monumento de Manuel Baquedano es relevante y simbólico por tres motivos que veremos a continuación.
Hay ciudadanos mareados y pusilánimes, pero también líderes y políticos que prefieren taquillar antes que gobernar. Atizar antes que apaciguar.
Que las principales figuras de la cultura juvenil chilena sean artistas que rayan muros sin permisos y cantantes que hacen fiestas incumpliendo normas sanitarias, es reflejo de que la cultura de la basura es hegemonía en nuestra sociedad.
Avanzar hacia un autogobierno del agua (véase Ostrom 2000a) podría eliminar diferentes problemas como el de la poca fiscalización o el agotamiento del recurso. Y para esto es necesario que el Estado cumpla su rol de coordinador y mediador.
Un período electoral y de discusión constitucional como el que enfrentaremos este año no convive con un trasfondo de violencia. Es hora de tolerancia cero con la violencia, sin peros, excusas ni contextos. Como dicen algunas: 'Ya habrá tiempo para matices'.
Una democracia necesita un sistema de partidos altamente representativo, competitivo y ordenado que pueda llevar a cabo sus políticas con responsabilidad.
El mundo se encuentra ad portas de una de las transformaciones más profundas que haya experimentado.
Marzo del 2021 es particularmente temible por distintas razones que lo hacen un mes único y recargado políticamente.
Ya se sabe, mientras más distancia existe entre la persona que emite el voto y la urna, mayor la probabilidad de fraude.
Nos movemos en un mundo en el que no solo se sospecha de todo menos del poder político, sino que, además, se recurre a él como panacea cuando la historia muestra hasta el cansancio el error de tal conducta.
En economía y educación pululan personajes desproporcionados: opinólogos-profetas que saben poco o nada de lo que hablan. Es una desproporción entre lo que influyen y lo que saben, los “asímetras”.
Definir si los hechos de violencia son terrorismo o no, no se trata de un simple problema léxico o conceptual, sino de un problema penal en cuanto a la tipificación del delito.
Es saludable recordar que el éxito del proceso constituyente dependerá en buena medida de un ambiente favorable al trabajo de la Convención Constitucional.
El problema surge cuando, pese a que existen instituciones que sustenten la burocracia, la alternancia de las elecciones y la resolución no violenta de conflictos, las democracias se vuelven ineficientes, lentas, o su población se polariza al punto en que se pierde la cultura democrática de la sociedad.
El concepto de coproducción de Ostrom ayuda a entender el por qué es fundamental la vuelta presencial a clases: la educación es un bien social que no se puede producir unilateralmente como un simple zapato o un televisor; es más bien un bien de tipo cooperativo.
Si algo nos enseña nuestra historia es que jugar a la justificación de la violencia por conveniencia es juguetear con una caja de pandora que termina por devorarnos.
«El progreso no es una bendición ininterrumpida.
A menudo viene con sacrificios y luchas»