Mientras tanto, en mi rol de columnista seguiré invitando al pensamiento crítico, especialmente respecto de medidas que producen tanta devastación en la calidad de vida, libertad y salud de la población.
Es notable la fe del lector Pedro Gazmuri ante el evidente fracaso de las cuarentenas, que en regiones de Chile llevan mucho más tiempo que en Santiago, sin conseguir las bajas proyectadas de contagios.
¿Podemos cambiar algo que está escrito para nosotros? ¿Existen realidades o líneas de tiempo alternativas? Esta serie reflexiona sobre cómo los humanos enfrentan el libre albedrío e intentan cambiar un destino que parece incorruptible.
Lo que nos convierte en una sociedad libre es que, aunque el Estado tiene vastos poderes, existen límites convencionales sobre lo que puede hacer con ellos.
Lo que hay que hacer, sostienen, además de fomentar la vida al aire libre y restringir al mínimo la vida en espacios cerrados, en los que sí tiene sentido usar la mascarilla, es instalar filtros y otros mecanismos que limpien el aire en esos espacios.
Jadue, principal aliado de China acá a través del Partido Comunista, se pasea “moderado” por radios y matinales ofreciendo republicanismo cuando ni siquiera cree en el periodismo.
La frase de la película de Cristopher Nolan, The Dark Knight, que el presidente Piñera replicó en una conferencia de prensa, sin duda produce una cierta vergüenza ajena.
Las tristes cifras récord de contagiados y fallecidos, que ocurren luego de casi dos semanas de encierro, levantan otra interrogante: ¿Es nuestra cuarentena eficaz?
En Chile se ha perdido el valor normativo de la ley. Hoy solo algunas partes del ordenamiento jurídico se cumplen. Decidir transgredir la ley, bajo el balance del costo-beneficio, parece ser la mejor opción. Qué duda cabe. La posibilidad de que un delincuente sea en primer lugar, detenido; en segundo, juzgado; en tercer lugar, procesado; y en cuarto, condenado, son extremadamente bajas.
El daño provocado a los aprendizajes, al desarrollo cognitivo y a la salud mental de decenas de millones de niños es algo que no hemos dimensionado
La evidencia empírica arroja nulas mejorías salariales para los trabajadores y la ausencia de efectos negativos (si acaso positivos) sobre la rentabilidad de las empresas sujetas a dicho modelo.
En el actual contexto, la política social más revolucionaria en Chile sería implementar un impuesto negativo al ingreso. Es decir, dirigir los recursos obtenidos de impuestos, no a burocracia estatal destinada a programas sociales, sino directamente a las personas.
Con un humor negro, no apto para todo público, pero con mucho para reflexionar, esta serie con dos temporadas plantea un mundo en el que los héroes están por sobre la ley.
La democracia está en riesgo de concentrarse más en la votación que en los valores democráticos, la cultura política y resguardos institucionales que debieran acompañar al sistema democrático.
Quiero agradecerle a doña Ana María Menchaca por su carta de ayer. De todas formas, creo que ella malinterpretó el tema de la columna.
Luego de reconocer que casi todo lo que digo en mi columna es cierto, incluyendo el hecho de que las cuarentenas no funcionan 'en las comunas más pobres', un lector se dedica a atacarme personalmente.
El mundo se divide entre personas con inteligencia empírica y otras con inteligencia teórica, por supuesto que todos tenemos un poco de ambas, para los que no entienden matices
Las cuarentenas son el mayor error de políticas públicas que hemos cometido en la historia… Los daños a la población son catastróficos.
En estos meses donde el debate constitucional estará más vivo que nunca, un musical que invita a reflexionar sobre valores para enfrentar un periodo de cambios.
“Anne with an E” es una serie que parece venir del pasado, de aquella época en donde “La casita en la Pradera” era un imperdible para ver en familia.
«El progreso no es una bendición ininterrumpida.
A menudo viene con sacrificios y luchas.»