Con respecto a la discusión sobre la legitimidad de la paralización de los camioneros, me gustaría evidenciar una vez más la desconexión de la clase política respecto a la realidad chilena. Es lógico que quemar un camión no es equivalente a la muerte de una persona, sin embargo los políticos insisten en restarle importancia a estos hechos por ser daños materiales.
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.