La mafia de los bufones
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Horas antes de tomar el avión de regreso a Estados Unidos, Niall Ferguson se dio tiempo para conversar con un grupo de estudiantes universitarios, académicos y editores de medios. La cita fue en la sede de la Fundación para el Progreso, en Providencia, donde llegaron más de 80 personas de distintas edades e intereses.
Era un público completamente distinto al que lo había escuchado durante los anteriores días de su visita. La mayoría no superaba los 25 años, portaban mochilas en vez de maletines y jeans en vez de traje. Pero todos, sin excepción, habían leído de este historiador británico que se ha convertido en uno de los hombres más influyentes del mundo y que habla, sin tapujos, de las jerarquías tradicionales y de las redes que se han ido configurando en la sociedad en distintas épocas.
Comenzó su charla contando la historia de su mujer, Ayaan Hirsi Ali, una islamita que creció completamente privada de libertad hasta los 18 años, momento en el que decidió escapar de su familia y refugiarse en Holanda y, de esa forma, terminar con la tortura y la represión. Con los años, se convirtió en una activista por los derechos de las mujeres. Y aunque vive amenazada de muerte, ha recorrido el mundo occidental llevando su historia como bandera de lucha contra la opresión del mundo musulmán.
“Hoy la libertad corre peligro y eso es una amenaza para el mundo”, nos advirtió el historiador.
Autor de obras como "Civilización. Occidente y el resto", "Coloso: auge y decadencia del Imperio Norteamericano" y "La gran degeneración", Ferguson se dio el tiempo de contestar preguntas y autografiar algunos de sus libros.
Los alumnos de algunas universidades como Santo Tomás, San Sebastián y Andrés Bello hicieron preguntas relacionadas con el rol de la religión en el desarrollo de las sociedades, el manejo de las libertades individuales, el modelo educacional chileno, la democracia en América Latina e incluso le pidieron su visión sobre el gobierno de Michelle Bachelet. “Las reformas en Chile se están pensando de manera muy rápida. Eso no está bien” sostuvo firmemente.
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.
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