Es bien raro creerse santos. Peor inventar que se dona la mitad cuando en realidad es un cuarto.
Los proyectos y las ideas son mucho más importantes que las apariencias, las cuales, tarde o temprano están condenadas a ser puestas en cuestión.
¿Qué tan podrido debe estar un sector del país para caer a ese nivel?
Si no llegamos a conocer los verdaderos orígenes de los megaincendios, en el próximo verano enfrentaremos una tragedia similar.
«La libertad no es un regalo de Dios, sino una conquista humana»
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