La mafia de los bufones
Se nos ha contado una y otra vez que el bufón de la corte era el único con la facultad […]
Publicado en La Tercera, 21.04.2023SEÑOR DIRECTOR:
En los últimos días conocimos que el ministro de Educación recibió a dirigentes de la Confech y algunos diputados de Apruebo Dignidad. Los dirigentes estudiantiles entregaron un petitorio con más de 80 «demandas», entre ellas: títulos en lenguaje neutro, «concientización obligatoria» sobre el Golpe, «liberación de presos políticos de la revuelta y de la causa mapuche» y «fin a la infantilización de les estudiantes».
Más allá de la constante caída en la irrelevancia que han tenido las federaciones de estudiantes, y sin dejar pasar que han sido lugares en donde se han cultivado lógicas tribales y antidemocráticas, sería bueno señalar que los problemas actuales del país son mucho más importantes que sus petitorios.
Hoy deberían estar preocupados del terremoto educacional que existe producto de la deserción escolar, o de cómo ser un aporte a las problemáticas sociales como estudiantes universitarios. Sus demandas se enmarcan en un nicho sobreideologizado que poco tiene que ver con las preocupaciones económica, de seguridad y de estabilidad que hoy aquejan al país, o incluso, de los propios problemas educacionales.
La pregunta final es, ¿qué tan desconectados están de la realidad nacional? Al parecer, bastante.
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.
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