La "opinión pública", la famosa opinión políticamente correcta, reflejada, y muchas veces incluso manejada, por la todopoderosa prensa, se escabulló.
La pregunta esencial de una democracia es ¿En qué forma los ciudadanos podemos organizar las instituciones políticas a fin de evitar que los gobernantes malos o incapaces, que llegan al poder, puedan ocasionarnos demasiado daño?
Nuestra bancada juvenil sufre el efecto que la psicología denomina "Dunning-Krugger", que es la incapacidad de una persona de reconocer su propia ignorancia por desconocimiento.
Las palabras anteceden a la acción y expresan de alguna u otra forma el modo en que el mundo está siendo pensado por quienes las pronuncian.
La democracia posibilita ascensos de líderes como Trump al poder, y es justamente el liberalismo -y no el socialismo ni sus variantes- el orden político que se preocupa de fenómenos como este.
Lo central es que aquella revolución con ideal, potencia y ambición ya no existe. Está sin alma y desmoralizada.
En la Cuba que conocí, los de Liverpool estaban prohibidos. En rigor, lo estaban en casi todo el mundo comunista, porque constituían “diversionismo ideológico del imperialismo”.
Para las élites de izquierda solo algunos merecen sus alardeos por haber derrotar al duopolio. La democracia, entonces, debe estar reservada a sus círculos de hierro y los ciudadanos comunes y corrientes solo deben limitarse a votarlos.
Sería bueno recordar cuál es la ideología que realmente ha fundado y protegido la igualdad de derechos entre hombres y mujeres: el liberalismo.
Efectivamente los chilenos parecen querer cambios, pero eso no hay que confundirlo con la simple alternancia en el poder local como se está haciendo tras la última elección municipal.
Qué distinto sería el Chile de hoy si el gobierno en vez de inspirarse en el resentimiento pesimista y destructivo de Piketty, lo hubiera hecho en el optimismo constructivo y tolerante de McCloskey.
El socialismo es la filosofía del fracaso y siempre lo será, y, por tanto, era evidente que el gobierno de Bachelet fracasaría.
El Presidente estadounidense que le propinó la estocada final a la Unión Soviética, lo que trajo como consecuencia el desplome y la desaparición del mundo comunista.
La estatolatría ha reemplazado a la religión con su promesa de una trascendencia y recompensa más allá de este mundo.
Ojalá sepamos aprender de esta triste lección y no nos dejemos embaucar por quienes frívolamente reparten seguridades, derechos y gratuidades como si sólo dependiesen de la varita mágica de quienes gobiernan.
El liberalismo fue una lucha contra el privilegio para obtener mayor dignidad, es decir, con romper con un destino impuesto por otros, para convertirnos en dueños efectivos de nuestras vidas.
Si queremos salir del atolladero, el mejor camino es aumentar nuestro crecimiento, de modo que disminuya la relación deuda/producto. Y para crecer debemos conseguir mejoras en productividad.
Muchos de quienes consideran a Lagos "viejo" para postular a la Presidencia, no tienen reparos en celebrar a Fidel Castro (90) y a su hermano Raúl, de 88 años.
La inmensa mayoría de los colombianos desea la paz para su patria pero, y he ahí un aspecto crucial, no todos consideran que sea justo obtenerla a cualquier precio.
El libro disipa una interrogante que ha acosado nuestra vida republicana, como es ¿qué entiende por sexo la Ilustre Municipalidad de Santiago?
«La libertad es un derecho humano fundamental,
sin él no hay vida digna.»