"La idea de meter la mano planteada por Alejandro Guillier se basa en la concepción del Estado como un ogro filantrópico que es dueño de las personas y del producto de su trabajo, y por tanto tiene la facultad de confiscarles su propiedad y disponer de ésta cuando se le ocurra y para los fines que determine."
La vieja izquierda se equivoca al ningunear hoy al centro para conseguir los votos de la nueva izquierda.
La libertad es 'el fin politico más elevado' y eso significa que debemos estar dispuestos a reclamar su superioridad moral.
¿Por qué, si Hitler y Stalin fueron ambos líderes igualmente genocidas y criminales, el primero causa mucho más rechazo que el segundo?
El populismo surge en sociedades cuyos cimientos democráticos, su cultura democrática, están mermados no solo por la acción de élites y oligarquías irresponsables, sino por la apatía política creciente de los ciudadanos.
El fascismo es casi idéntico al socialismo. Y como el socialismo, el fascismo se opone también radicalmente al capitalismo.
Las ideas del Frente Amplio no tienen nada de nuevas y revolucionarias, como nos quieren hacer creer; más bien son las viejas políticas fracasadas del siglo XX que, por lo demás, fueron las causantes de las guerras, masacres y miserias más grandes de nuestro tiempo. Son el conocido camino al socialismo.
Beatriz Sánchez o Mayol demostraron en su debate televisivo que no entienden que las necesidades son ilimitadas y los recursos escasos.
Es un error creer que para los votantes su propio bienestar material ya no es importante y que están listos para entregarse a fines más nobles, alejados del materialismo, como la consecución de utopías de igualdad.
La paradoja de estos proyectos es que sus impulsores manifiestan que sus planes proponen lograr la libertad y la democracia.
La responsabilidad no es solo cumplir la ley o pretender, retóricamente al fin y al cabo, ir más allá de ella para satisfacer a la masa o la propia vanagloria personal. También se requiere algo esencial, el temple para poder decir: aquí me detengo.
En momentos en que Chile entra en la pendiente sin fondo del populismo, rescatar a Friedman no es un gusto académico, sino una necesidad.
En su cuenta 2017, Bachelet tocó todas sus teclas con el fin de motivar a la Nueva Mayoría.
Su gobierno nos deja con más cesantes, peor educados, más divididos, más pobres; con más delincuencia y menos felices. Ella considera, sin embargo, que deja un país mejor del que recibió; la historia la juzgará, y ojalá la absuelva como culpable porque no la perdonará como responsable.
Una Constitución debe ser el marco mínimo para la convivencia social, estableciendo límites claros al poder estatal.
Vaya paradoja: ante el descrédito de alguien, mayor poder para él.
La supresión de la libertad económica bajo la excusa de generar igualdad, da paso a la supresión de la libertad política.
Havel reivindica la idea fundamental de que la soberanía radica esencialmente en las personas y no en partidos o grupos.
¿Cómo el país con las mayores reservas de petróleo del planeta tiene una economía destruida y su población sumida en la pobreza?
La democracia se mata primero con palabras, luego con hechos. Por ello, la clase política tiene innegable responsabilidad en el deterioro de la convivencia y la erosión de la textura cívica del país.
«El progreso es imposible sin cambio, y aquellos
que no pueden cambiar sus mentes,
no pueden cambiar nada»