Sin perjuicio de que la historia constitucional será vital en el proceso constituyente, nunca podrá servir un argumento comodín destinado a aquietar artificialmente la incertidumbre que genera este proceso.
Llama la atención la inconsistencia que supone demandar más espacios de democracia directa en el proceso constituyente y al mismo tiempo pretender manipular la decisión popular del Plebiscito Nacional.
La metáfora de la política como un juego de ajedrez ya no aplica en el caso de Chile.
En más de una ocasión se ha comentado lo necesario que es para nuestra sociedad, y proyecto de país, seguir una senda común basada en nuestra propia historia, el respeto a las instituciones y habitantes.
Alguien decía que un pesimista es una persona que en una hermosa mañana de primavera, cuando huele un exquisito aroma a flores, empieza a buscar el ataúd.
La oferta que recibió CGE por parte de la estatal China State Grid no es sorpresa.
En el 2016 el Banco interamericano de Desarrollo (BID) publicó un libro titulado Ahorrar para desarrollarse, con la intención de sugerir a todos los países latinoamericanos que una estrategia clave para poder salir del subdesarrollo y alcanzar altos niveles de progreso era fomentando el ahorro interno.
Ya que los diputados y senadores están tirando toda nuestra institucionalidad a la chuña, el Presidente debería cambiar su pusilánime estrategia y frenar el desastroso caos en que está dejando nuestras pensiones, finanzas públicas y país.
La democracia es aquel sistema que nos permite resolver conflictos sociales y organizar nuestras diversas posturas de manera pacífica y consensuada.
Algunos parlamentarios, para justificar el segundo retiro de los fondos de pensión, han dicho que el esfuerzo del Gobierno ha sido insuficiente.
No le hace bien al proceso constituyente el mito según el cual hay un sector político que a través de la obtención de un poco más de un tercio de los convencionales tendría una facultad de veto que sería nociva para la redacción de una nueva Constitución.
El coliseo chileno está hambriento. Las masas gritan y por medio de sus trending topic y poderosísimos hashtags claman por espectáculo.
En uno de mis tantos intentos frustrados para entrar en la selva de Santa Cruz, Bolivia, noté algo nuevo: se había repletado de gigantografías de Evo.
La semana pasada de forma insólita el gobierno presentó un proyecto para permitir un segundo retiro del 10%, pero con ciertas diferencias respecto al que avanza en el Congreso.
En este intercambio con Guillermo Larraín ha quedado claro: 1. Que el capitalismo, con la creación de riqueza que permite, es la condición necesaria para cualquier redistribución posterior de manos de un 'Estado benefactor' y no al revés...
En materias de orden público-económico debemos promover una nueva Constitución que sepa encapsular los ideales liberales y modernizadores de un progresismo responsable.
Si bien, el Acuerdo del 15 de noviembre de 2019 fue el inicio del proceso constituyente ahora en curso, también fue el fin de una batalla cultural.
n carta de ayer, Guillermo Larraín señala que el Estado benefactor sería una 'condición habilitante' del capitalismo.
Este sábado venció el plazo establecido por el Servel para que renuncien las autoridades que deseen competir por un cargo de las elecciones populares del próximo año.
No hay que ser un experto en politica para notar la clara incomodidad de la oposición con el protagonismo de Pamela Jiles como la diva del Congreso.
«El progreso es imposible sin cambio, y aquellos
que no pueden cambiar sus mentes,
no pueden cambiar nada.»