Allende: «Justicia divina»
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En la charla "La Nueva Argentina: ¿Qué lecciones debe aprender Chile”, el político y economista argentino se refirió a la “grave y triste situación que vive Argentina”, e hizo un llamado a valorar lo que ha funcionado Chile en los últimos años.
Con frases cargadas de ironía y pesimismo, el ex ministro del gobierno argentino, Ricardo López-Murphy, invitado por la Fundación para el Progreso, entregó su visión acerca de lo que está pasando en Argentina en materia política, social y económica, y se refirió a las lecciones que Chile debiera aprender de esa experiencia para no caer en “desgracia”.
Frente a importantes ejecutivos de empresa, economistas y abogados, -entre ellos Alejandro Fernández (Gemines), Andrés De Goyeneche (Deutsche Bank Chile), Axel Buchheister (abogado), Esteban Jadresic (Moneda Asset Management), Jaime Barahona (Guerrero&Olivos), Jaime de la Barra (Compass Group) y Matías Herrera (Costa Verde)- , López-Murphy se refirió a los que él llama “los ocho deterioros” en los que ha caído su país en los últimos años, partiendo por el deterioro institucional, que ha coartado la libertad de prensa, entregado superpoderes a los que están el gobierno y vaciado las libertades y garantías institucionales.
Le siguieron el deterioro político, el educativo, el económico, el de la seguridad, el de la política social, el de capital humano y el que más lo avergüenza, el deterioro moral. Este último, dice relación con todos los episodios de corrupción que se han salido a la luz pública.
Con ese hilo conductor, Ricardo López-Murphy fue comparando la realidad argentina con la chilena, señalando en varias oportunidades que debiéramos valorar más el país que tenemos. "Tengo una evaluación favorable sobre la calidad del liderazgo político, organizativo y económico en Chile", señaló, e hizo un llamado a mantener lo que ha funcionado y no caer en populismos ni reformas excesivas.
Se refirió al debate que surgió tras la reforma tributaria y destacó el "vigor de la sociedad civil" y la capacidad de modificar ciertos aspectos. Sin embargo, señaló que "las reformas han creado cierta desconfianza. Y eso, dijo, “no es nada bueno".
Tras terminar su charla hubo un espacio de preguntas. Luego los asistentes pasaron a compartir un vino en honor del economista.
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.
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