Gracias Pelao Vade, gracias Carolina Tohá
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Publicado en El Mercurio, 06.07.2025
Publicado en El Mercurio, 06.07.2025 Al famoso biólogo evolucionista E.O. Wilson le preguntaron por el comunismo y la naturaleza humana. Y él respondió: «Nice idea, wrong specie», (interesante idea, pero para la especie equivocada).
Por eso acepto el epíteto de anticomunista. No me gusta el socialismo y menos el comunismo, que es la versión en esteroides y antidemocrática del primero. Desde que tuve uso de razón me ha parecido una mala idea, una que no tiene buena aplicación posible. Se ha implementado en decenas de países y ha sacado lo peor del ser humano; parientes y vecinos delatándose unos a otros; nadie esforzándose, pobreza, violencia e intolerancia por doquier; familias separadas entre los que emigran a tiempo y los que se quedan prisioneros. La historia de comunistas tratando de aplicar por la fuerza una idea a la especia incorrecta es tan fracasada y violenta como elocuente. Eso explica los procesos forzosos de reeducación y el tratar de crear «hombres nuevos». Su idea de justicia -«dar conforme a la capacidad y recibir conforme a la necesidad»- suena bien, pero es contraria a la naturaleza humana. ¿O usted conoce mucha gente que está dispuesta a esforzarse al máximo para que el jefe, a la fuerza y sin preguntarle, le pague su bono a otro que lo necesita más? Para decidir lo que necesita cada uno, hay que tener un dictador que lo imponga por la fuerza, porque el pacífico mercado remunera productividad no necesidades. Por eso no es casual el reguero de tiranía y violencia que sigue al comunismo. Las personas amamos la libertad y detestamos la esclavitud. Nos influye más la genética que la educación y aspiramos a ser propietarios no comuneros. Somos solidarios con los más cercanos pero no con los extraños; preferimos recibir antes que dar; queremos destacar y que se reconozcan nuestros logros. En fin, preferimos amar que odiar. Por eso cada vez que trato de encontrarle el lado bueno al comunismo, me acuerdo de la dedicatoria de Solzhenitsyn con la que inicia su libro El Archipiélago Gulag:
«A todos los que no vivieron lo bastante
para contar estas cosas.
Y que me perdonen
si no supe verlo todo,
ni recordarlo todo,
ni fui capaz de intuirlo todo».
Nadie definió mejor que Sir Winston la ideología comunista: «Es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica de la envidia; su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria».
«El comunismo sólo ha destacado en su capacidad para conservar el poder, para espiar a los demás, para fomentar el odio y para oprimir a sus ciudadanos. De los países comunistas no se viaja, se deserta. No se es un opositor sino un disidente»
Chile no soporta más incompetencia. Las medidas estrellas de Jeannette Jara (el salario mínimo y las 40 horas) son una máquina de fabricar pobreza. El Estado educa mal a los jóvenes, después pone un salario mínimo alto que les impide ingresar al trabajo y cuando lo logran, les prohíbe trabajar más de 40 horas. Esto condena a nuestros jóvenes a la informalidad, el desempleo o la delincuencia ¿Cómo no va a haber desigualdad si los ricos pueden trabajar todo lo que quieran y los pobres no?
El comunismo sólo ha destacado en su capacidad para conservar el poder, para espiar a los demás, para fomentar el odio y para oprimir a sus ciudadanos. De los países comunistas no se viaja, se deserta. No se es un opositor sino un disidente. El comunismo es la única ideología que, a propósito, ha matado de hambre a sus ciudadanos, como Stalin en Ucrania y Mao en China. El prontuario comunista en materia de violaciones a los DDHH es demasiado abrumador para ignorarlo o considerarlo una desviación accidental.
Es una ideología que atrae y eleva al liderazgo a personalidades psicopáticas como Lenin, Pol Pot, Stalin, Ceaucescu, Mao, Guevara, Chávez, Maduro, Jadue etc. Son demasiados para ser casualidad.
Jara no lo hace mal. Tiene amigas que le regalan una polera con el perro matapacos porque supongo la quieren halagar. Y ella, en señal de gratitud y con cara de indesmentible orgullo, se fotografía y sube la foto a sus redes sociales. Por eso yo no le creo ni que sea demócrata, ni que sea tolerante, ni que se arrepienta de atacar a Carabineros, ni las cachetadas de payaso que se está pegando con Carmona o Jadue. Yo no le creo ni a ella, ni al comunismo ni a los facinerosos que integran su partido.
E insisto, hay que ganar con coalición amplia, de Amarillos a Republicanos. Y un programa único con tres énfasis: seguridad, crecimiento económico y modernización del Estado (reducción del gasto y del tamaño, y fin a la corrupción); lista única parlamentaria; Matthei a la presidencia, Kast a senador para presidir el Congreso, Carter de ministro de seguridad, Arellano a Hacienda, Kaiser al senado por la IX, Rincón a RREE y vamos por 8 años. Primera vez que podemos ganar presidencia y congreso. Todavía estamos a tiempo.
Gerardo Varela A
Abogado
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