Hay que empezar a tratar a los impuestos “por lo que son”: como un mecanismo coactivo de expropiación y no “por lo que queremos que sean”: una falsa promesa de sana convivencia y superación de las desigualdades.
La inflación regulatoria es mala para Chile, pero buena para los abogados
El mayor peligro para la sociedad radica en que a través de las instituciones y organismos no se apliquen reglas generales sino arbitrariedades según los intereses y criterios de quienes gobiernan.
No sólo pagan impuestos aquellas personas que se ven afectadas por el impuesto a las ganancias, sino que todos los ciudadanos abonan impuestos indirectos con un impacto no menor. De estos impuestos, nadie se salva.
«El progreso no es una bendición ininterrumpida. A menudo viene con sacrificios y luchas»
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