La promesa de descentralizar nuestro país ha venido existiendo desde hace más de tres décadas. Ha sido propuesta desde distintos conglomerados políticos, y aún no hemos visto una descentralización en serio.
El lector Mariano Fernández pretende, sin argumento, desechar los irrefutables datos sobre el daño que las ideas de izquierda han generado en California y que expuse en mi última columna.
«El progreso no es una bendición ininterrumpida. A menudo viene con sacrificios y luchas»
Súmate a la FPP