gerardo varela

El Presidente Boric se ha declarado un adelantado a su tiempo. Honrando esa impronta y, en un acto de vanguardismo […]

Los ingleses hablan de «U turn», vuelta en U, «cuando se dan cuenta de que una idea o programa no […]

Frase potente del General Director de Carabineros es la que titula esta columna, dicha a propósito del asesinato del sargento […]

Ocho millones de chilenos votamos rechazo, 290 mil más que la suma total que votaron en el plebiscito de entrada. […]

Cuando me preguntan, qué me parece el proyecto de constitución me acuerdo de la vieja anécdota del dramaturgo George Bernard […]

¿Qué tienen en común las empresas o los equipos de futbol exitosos con los países exitosos? Fácil, la naturaleza de […]

Señor Director: En su columna de ayer, Eugenio Tironi invoca el ejemplo de Aylwin para insinuar, entre líneas, que 'Aprobar' […]

Mi padre era un caballero a la antigua. Siempre andaba con pañuelo de hilo perfumado por si tenía que enjugar […]

Una de las cosas que mas irritan a la gente es el marketing mentiroso con letra chica. La típica es […]

En la película Poderosa Afrodita, de Woody Allen, hay una escena tragicómica en que la actriz Myra Sorvino, que actúa […]

Señor Director: La mejor política social es un trabajo formal y remunerado, y la peor es la inflación. Chile está […]

Uno de los mitos de la propaganda del “Apruebo” es que, por primera, vez se consagraría en Chile un Estado […]

El otro día asistí a una charla de varias personas sobre un mismo tema. Cuando le tocó al último tras […]

Nos extorsionaron diciendo que para apaciguar Chile había que votar Apruebo. Ganó el Apruebo y la violencia continúa. Después, por las mismas razones, que había que votar por Boric. Y acá estamos: con más violencia que el mes pasado y menos que el próximo. Ahora muchos dicen que si no se aprueba la constitución estalla Chile. Basta de chantajes.

Como FPP hemos seleccionado un compilado de las mejores columnas de este año 2021, las más leídas, comentadas y compartidas.

El FA y la izquierda radical tienen un problema. Llegaron con un aire de frescura y novedad. Jóvenes “idealistas” que venían a cambiar la política para volverla a poner al servicio de la gente.

Soñábamos con una Convención Constituyente de juristas y ciudadanos de excepción, pero de esos elegimos pocos. En cambio impostores, diletantes y charlatanes elegimos varios. Nos faltará vida para arrepentirnos de ese error. Ojalá no lo repitamos con la presidencia.

Las democracias tampoco se libran de los mentirosos. La gracia, sin embargo, es que en ellas existe prensa libre que investiga, indaga y revela.

Si usted aprecia el esfuerzo personal, quiere vivir de su trabajo, cumple con la ley, se mete en sus propios asuntos sin decirle al prójimo cómo vivir su vida, sabe que no hay fiesta sin resaca, y es escéptico de que la buena política lo ayude mucho -pero tiene certeza de que la mala le puede arruinar su vida-, levántese y vote.

Estamos en una crisis política, qué duda cabe. Pero no es la peor de nuestra historia. Ni es terminal (…) Tenemos buenas razones para estar preocupados. Pero eso debe movernos a la acción y no a la depresión.