Conmoción causó la limitación en la reelección de los congresistas. Pero en particular, la aplicación de la retroactividad en sus períodos legislativos. Parece increíble que, ante el contexto nacional, en el cual la política y la aprobación del Congreso Nacional no podrían estar más deslegitimadas (2% según última encuesta CEP), se haya aprobado limitar las reelecciones, pero no nos pongamos tan innovadores, ni inventemos la rueda, que no nos afecte a nosotros, mejor que entre en vigencia después. Para qué hacer las cosas bien, si las podemos hacer mal.
Durante estas semanas, se ha debatido un nuevo paquete de medidas fiscales de emergencia para combatir los efectos económicos y sociales de la pandemia. La discusión se había entrampado levemente por motivos políticos y por los montos del gasto público. El gobierno originalmente propuso un paquete fiscal con un marco de gasto público entorno a los 10 mil millones de dólares por un periodo de 20 meses.
En los últimos días la autoridad de Salud de Ñuble ha aplicado multas por infracción a la normativa sanitaria por un total de 110 millones de pesos, de ello corresponden 71 sumarios por desplazamientos y tránsito injustificado en el contexto de pandemia. A todo esto, debemos agregar 33 sumarios por infracciones en locales con atención al público.
En medio de una pandemia y de la actual tensión política interna, las cosas pueden ir todavía peor. El gobernador provincial, Robert Contreras, se reunió con todos los alcaldes afín de coordinar la entrega de las cajas de alimentos y productos de higiene comprometidos por el Ejecutivo con ocasión de ir en auxilio de quienes hoy peor lo están pasando.
La nueva ministra de la Mujer deberá dar el ejemplo de sensatez y seriedad que el cargo exige, demostrando que ser de derecha y promover la igualdad de género no son cuestiones excluyentes. No hay espacio para más pasos en falso.
El origen intelectual de este impulso purgatorio se encuentra en académicos y pensadores de izquierda cuya visión es que occidente sería una civilización opresiva creada en beneficio del hombre blanco heterosexual para marginar a todos los demás grupos.
La clase política ha logrado un acuerdo para aplicar un impulso fiscal de 12 mil millones de dólares. Resulta extraño que esto se celebre tanto, pues si hay una cosa en que los políticos, especialmente los de izquierda, siempre estarán de acuerdo será en gastar más dinero de los contribuyentes e incrementar el tamaño del Estado, que es de lo que depende su propio poder.
Un pajarólogo británico, David Lindo, inició su obsesión pajarística cuando se dio cuenta de que los robins que se asomaban a su jardín —algo así como nuestros chincoles, por lo común— «no eran inmortales». El robin que se asomaba a su ventana no era uno, sino que miles de sucesiones de diferentes robins. Individuos. Una operación mental parecida a la que hacen los que tienen mascotas: humanizar al animal. Yo nunca he sabido explicar por qué miro pájaros, pero creo que es por algo inverso: mimetizarme con ellos, antes que humanizarlos.
A todos los fanáticos del fútbol chileno nos hizo mucha ilusión que el ascenso y caída de Sergio Jadue fuera llevado a la pantalla en forma de serie. Más todavía al enterarnos que sería una serie exclusiva de Amazon Prime y protagonizada por el célebre Andrés Parra, actor colombiano famoso por su brillante interpretación del narcotraficante y terrorista, Pablo Escobar Gaviria, en la imprescindible “Pablo Escobar. El patrón del mal”.
Según estadísticas del Ministerio de la Mujer, una víctima de VIF puede tardar incluso hasta 7 años en denunciar a su agresor. Sin duda un período de tiempo excesivamente largo, del cual muchas ni siquiera alcancen a disponer en su totalidad. En ese sentido, existen muchos factores que pueden incidir en la decisión de una mujer para denunciar.
Como un balde de agua fría a las expectativas de una posible reactivación económica fueron los últimos números que registraron una histórica caída en el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de un 14,1% en abril. Dicha contracción ha sido la de mayor magnitud registrada en la historia del índice, desde que el Banco Central de Chile publica dicho indicador desde 1986.
Finalmente se ha levantado una iniciativa legislativa que, de tener luz verde en el Congreso, podría acabar con los proyectos inconstitucionales presentados, en mayor medida, por la infantil oposición existente.
Los jueces no son un poder de elección popular, existiendo razones fundadas para ello, por lo que judicializar cuestiones que son competencia de autoridades que responden a sus electores, terminará por solo generar un declive mayor de nuestra democracia. Para qué hacer las cosas bien, si las podemos hacer mal.
Bajo el paraguas de la cuarentena (la ley) no existen grupos ni personas privilegiadas, nos encontramos todos en igualdad frente a las restricciones y quienes las incumplan deben someterse a las sanciones respectivas y asumir las consecuencias de sus actos. No hay espacio para más, ni tampoco para menos.
Identificar las similitudes entre las manifestaciones estadounidenses y el estallido social chileno es fácil, casi un deja vú. Sin embargo, destaca una diferencia que deja en evidencia la clase política que tenemos en el país.
Si hablamos del valor de los disidentes tendremos que hacerlo obligadamente de dos formas, no solo porque así lo exige la polisemia de la palabra “valor”, sino también porque ambos significados permiten observar con justicia los méritos de la legítima disidencia.
Hoy tenemos nuevos desafíos, y está en nosotros lograr balancear las situaciones en colaboración, con sensibilidad e inteligencia, con miras a un mejor futuro. En educación, por ejemplo, la libertad de enseñanza no puede disociarse del derecho de los niños a educarse.
El peronismo intenta disparar sin cuartel a sus adversarios de la zona y todavía más a su vecino, Chile, por la evidente diferencia política entre ambos gobiernos. Aquello habla más de un liderazgo maximalista adolescente que de un verdadero líder, como muchas veces se ha querido hacer ver al otro lado de la cordillera.
En carta a su diario, el director del servicio de migrantes jesuita, José Tomás Vicuña, hace un magnánimo llamado a pensar con profundidad, pero acto seguido asigna responsabilidades del terrible asesinato de un ser humano a “la sociedad”.
Ante este escenario detonado por el pánico, el Gobierno, que actuó con prudencia inicial en esta materia, debería considerar enmendar el rumbo que ha endurecido y ponernos en un camino de normalización definitiva, en el que aprendamos a convivir con el virus, el que, posiblemente, estará con nosotros por mucho tiempo.
«El progreso no es una bendición ininterrumpida.
A menudo viene con sacrificios y luchas.»