No olvidemos que una de las ideas vencedoras en Chile, luego del anterior proceso constituyente y estallido social de por medio, ha sido la de la libertad de elegir el servicio que queremos. Ya sea en previsión social, en salud o educación, en cada encuesta, la ciudadanía muestra una clara preferencia a querer seguir eligiendo entre uno u otro proveedor. Si bien no hay que desconocer la clara necesidad de mejorar la calidad de la educación, reducir las listas de espera en salud y aumento de las jubilaciones de quienes más lo necesitan, esto no debe hacerse dejando de lado la importancia de que las personas elijan lo que creen más conveniente para su situación, creencias y contexto.
De aquí se desprende la relevancia de constitucionalizar la libertad de elegir en estas diferentes materias, no solo por su connotación ética y eficientista, sino también por ser una de las más importantes y transversales peticiones de la ciudadanía.
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