La violencia no es importante. Mejor dicho, la violencia no es tan importante. Me refiero a que muchas veces centramos la mirada en lo que nos muestran los medios de comunicación: en el desorden, la espectacularidad del destrozo y en lo bajo que pueden caer muchos compatriotas al destruir cosas públicas con el pretexto de defender "lo público".
Sin embargo, por muy llamativa que pueda ser la violencia, no deja de ser un medio donde hay víctimas, ejecutores, cómplices, beneficiarios, causas y efectos. Todos estos elementos son todavía más importantes que las barricadas y en ellos podernos encontrar más desproporción, delirio y abyección que en la calle.
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