Análisis psicológico sobre por qué la manera en que están siendo educados los jóvenes sean extremadamente sensibles y débiles a los desafíos propios de toda vida en todo ámbito, desde escuchar ideas desagradables hasta trabajar responsablemente. Se trata de uno de los libros cruciales y relevantes para entender cómo la sobreprotección y el exceso de empatía están arruinando la integridad sociológica de las nuevas generaciones. Los autores ven con preocupación una creciente limitación de la libertad de expresión en los campus universitarios estadounidenses, pero el fenómeno se observa también en otras latitudes. La fragilidad emocional que se aspiraría a proteger con la restricción, es una alarma para las sociedades abiertas que difícilmente pueden progresar sin un contraste de opiniones, por muy incómodas que ellas sean. Paradojalmente, tiene un efecto contrario al deseado: exacerbar pensamientos dicotómicos creando comunidades menos inclusivas.
«El progreso no es una bendición ininterrumpida.
A menudo viene con sacrificios y luchas»