La guerra contra la razón: Humanidades o Ciencia
¿Se ha preguntado por qué la Revolución Industrial ocurrió en Europa y no en China o en India o en […]
El Mercurio Calama 23.05.2016Orwell tenía mucha razón cuando decía que "gran parte del pensamiento de izquierda consiste en jugar con fuego, pero por parte de personas que ni siquiera saben que el fuego quema". Esa trivialidad desvergonzada frente a la violencia se traduce en acciones irresponsables donde personas inocentes, como Eduardo Lara, mueren por causa de la acción de vándalos con supuestas motivaciones políticas o que se presumen justicieros del pueblo.
El problema es que en Chile, hay varios apologistas ? incluso diputados y diputadas? De la capucha y el saqueo, que lo reivindican como expresión del descontento y la movilización social. Como parte de la acción política. Incluso algunos lo ven como una acción de justicia social, que alimenta la fantasía cobarde de ejercer violencia bajo el anonimato bajo la excusa de una protesta radicalizada.
Frente a la muerte de Eduardo Lara, varios han intentado justificar, entender o explicar lo sucedido como producto del sistema, de las desigualdades, de la rabia acumulada, de la violencia estructural. Lo que hay detrás de estas expresiones es una espuria y solapada justificación de la violencia, que trivializa sus efectos brutales en una sociedad
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.
¿Se ha preguntado por qué la Revolución Industrial ocurrió en Europa y no en China o en India o en […]
El Mercurio Calama 23.05.2016Gran revuelo causó la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, afirmando que una toma era comprensible en 2011 […]
El Mercurio Calama 23.05.2016Se supone que en las universidades las controversias se resuelven mediante el intercambio de opiniones, no mediante la censura o […]
El Mercurio Calama 23.05.2016«El progreso es imposible sin cambio, y aquellos
que no pueden cambiar sus mentes,
no pueden cambiar nada.»