Falacia de los extremos
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A 3 años del "estallido social" y del surgimiento del octubrismo como fenómeno social y político, se realizó el más reciente Ágora Live FPP, el pasado 18 de octubre, junto a Mauricio Rojas, historiador y actual diputado en el Parlamento sueco; y Eugenio Guerrero, director de Divulgación FPP. En el que se analizaron sus causas y consecuencias, como la legitimación de la violencia por parte de la élite política.
Rojas destacó que hay un gran porcentaje de la sociedad chilena que no pertenece a los grupos violentistas que se asocian a este fenómeno, y que pese a su descontento no se vieron representadas por el octubrismo. “Es muy importante entender que la sociedad chilena, sociedad fundamentalmente de clase media, no es octubrista ni nunca ha sido octubrista de forma mayoritaria”, enfatizó.
Explicó que lo vivido el 18 de octubre mezcló distintos factores, por una parte se concentraron grupos violentistas que no tenían un motivo político claro, sino solo un afán destructivo y a lo que se sumó un "octubrismo político irresponsable" que legitimó esa violencia. “El último factor fue la actitud absolutamente irresponsable de la izquierda de aprovecharse de la violencia, avalarla, justificarla y usarla como un medio de manipulación política”, precisó.
“La Lista del Pueblo murió rápidamente, porque no era nada políticamente, eran un montón de extremistas que nunca se pusieron de acuerdo".
Explicó que esta coincidencia entre el descontento de la ciudadanía y los octubristas se trasladó a la Convención Constitucional, por lo que los proyectos que tenían los grupos extremistas no lograron representar a la mayoría, viéndose esto en el resultado del plebiscito realizado el 4 de septiembre. “La Lista del Pueblo murió rápidamente, porque no era nada políticamente, eran un montón de extremistas que nunca se pusieron de acuerdo. Todo ese movimiento vivió de explotar el tremendo miedo que dejó el octubrismo, pero eso creo que ya no va a llegar a ninguna parte”, dijo.
Una de las salidas que tiene Chile, indicó Rojas, es la canalización política a través de una nueva Constitución, pero que no represente el extremismo que hubo anteriormente y que esté avalado por un amplio respaldo democrático. De esta manera, mencionó, se debe cerrar la herida que dejó la Constitución.
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