El islam y la izquierda
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Publicado en El Mercurio, 03.12.2020Señor Director:
El lector Mariano Fernández pretende, sin argumento, desechar los irrefutables datos sobre el daño que las ideas de izquierda han generado en California y que expuse en mi última columna. Confundido, atribuye a la columna algo que esta no dice, a saber, que el estado de California solo ha tenido 'gobernadores' demócratas en las últimas 'tres décadas'. Lo que argumenté en un sentido amplio es que décadas de gobiernos inspirados en la ideología progresista que encarnan los demócratas han producido malos resultados en ciudades emblemáticas y el territorio del estado.
San Francisco, ejemplo que utilicé en la columna para ilustrar el punto porque la decadencia es evidente, ha tenido gobiernos demócratas ininterrumpidos desde 1964. En el caso específico de la administración del estado de California, en el que no profundicé por razones de espacio, es sabido que Arnold Schwarzenegger, el único republicano en presidirlo desde 1998, enfrentó una legislatura controlada por los demócratas, lo que fue una de las razones centrales por las que no efectuó reformas necesarias. Más importante aún, al menos desde 1992 —salvo por un solo año en la cámara—, el control total de la legislatura del estado de California se ha encontrado en manos demócratas. En otras palabras, la legislatura lleva tres décadas controlada por los demócratas definiendo la dirección del estado hacia políticas de izquierda.
En la última década, los demócratas han presidido además la gubernatura, acelerando el deterioro debido a políticas 'progresistas' cada vez más agresivas. Este control político-ideológico de California, que no se limita al Estado central y que lleva décadas en desarrollo, es el tema de fondo planteado en la columna. El lector, por ignorancia, problemas de lectoescritura o ideología —pues no presumiremos mala fe—, prefirió evadirlo recurriendo a una distorsión evidentemente absurda de una sola palabra contenida en la columna.
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.
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