La batalla cultural y la Navidad

Autor: Gerardo Varela

A fin de año se junta todo. Graduaciones, día de la secretaria, fiestas de oficina, navidad, PAES, y para que sigo, si todos nos dedicamos a correr estos días. Entre tanto evento, sin embargo, no puedo dejar de destacar 3 a los que asistí esta semana, porque muestra que no toda la cultura es de izquierda.

El lunes presenté el libro «Neruda en su laberinto pasional», una entretenida novela biográfica, de la autora Verónica Ormaechea, donde narra las aventuras y desventuras de la vida amorosa de Neruda. Esa que hizo que gracias a la violación de la muchacha tamil -que él narra en «Confieso que he vivido» - lo funara la misma izquierda que él defendió, representó en el congreso y salvó en el Winnipeg; e impidió que el nuevo aeropuerto de Santiago se llamara Pablo Neruda.

Artistas genios con humanidades miserables han existido siempre, pero el mundo ha sido capaz de distinguir entre el autor y su obra. Virginia Woolf era clasista, Flaubert pederasta, Wagner racista, Lennon les pegaba a las mujeres, Heidegger era Nazi, D’Annunzio fascista y megalómano, Dalí era avaro, Rimbaud traficante de armas, y Picasso mujeriego y comunista. Picasso que era infiel y violento, llegó a decir que las mujeres eran «máquinas de sufrir». Todos estos pecados, que debemos reprochar, no deben opacar el genio de sus obras que es bueno admirar, y el libro salpicando la prosa de la autora con la poesía genial de Neruda nos obliga a hacerlo.

«Finalmente fui al teatro Mori de la Municipalidad de Vitacura, donde se presentó el nuevo libro de Axel Kaiser, “Nazi-Comunismo”, un libro de historia de las ideas que demuestra que ambos totalitarismos son gemelos ideológicos, antidemocráticos, anti empresa y anticristianismo».

La novela es muy entretenida y combina con gracia, la poesía con la historia amorosa del vate, desde su polola en Temuco hasta la joven sobrina de Matilde Urrutia que es su última conquista, pasando por Josie Bliss, «la pantera birmana», que le enseña el kamasutra completo, Maruca, su primera esposa holandesa y madre de su hija, Delia del Carril, Matilde Urrutia, con quien los casa la luna, y suma y sigue. La novela desmiente eso de «billetera mata galán», mostrando como un feo y pobre Neruda seduce mujeres a puro verso.

El martes me fui al cine a ver la Avant premier de la película «La Fuente», protagonizada por Luis Gnecco, como el dueño de la Fuente Alemana, que situada en la zona cero, vecino de la plaza Italia, fue testigo, protagonista y víctima del estallido de violencia que destruyó el centro de Santiago en un mes de octubre que la izquierda hoy quiere olvidar, pero que la película se encarga de recordar. La película es una notable contribución al cine chileno. Con calidad técnica de imagen y sonido, da orgullo que nuestro cine esté a la altura del mejor cine mundial. Más que un testimonio político, la película es un viaje personal de cómo un empresario mediano (como hubo miles afectados por el estallido), descendiente de inmigrantes, con hija vegetariana (una ironía que daba para algo de humor entre tanta tragedia) y con una señora que le pone los cuernos mientras él sufre problemas de salud; enfrenta todos los días a los facinerosos que quieren destruirle el local, trata de mantener a flote su restaurant y pagar las cuentas. Todo frente a la indiferencia de las autoridades, que incluso lo multan por problemas sanitarios mientras vuelan las lacrimógenas afuera. La película cumple su rol, genera emociones y entretiene, mientras nos recuerda donde terminó el discurso de odio que la izquierda promovió a partir de Bachelet, de la incorporación del PC al gobierno y de la aparición del Frente Amplio.

Finalmente fui al teatro Mori de la Municipalidad de Vitacura, donde se presentó el nuevo libro de Axel Kaiser, «Nazi-Comunismo», un libro de historia de las ideas que demuestra que ambos totalitarismos son gemelos ideológicos, antidemocráticos, anti empresa y anticristianismo. El libro partió con publicidad gratis cuando el presidente colombiano se trenzó en X (tweeter) en una polémica con el autor, tratando de desmentirlo con argumentos a la altura intelectual de Petro, sosteniendo que si los nazis eran socialistas cómo se explica que los persiguieran y mataran, como si Stalin no hubiera hecho exactamente eso con los Trotskystas, o los comunistas con los anarquistas en la guerra civil española.  La tesis del libro es clara, es robusta y no es nueva, porque ya Hayek, Russell y otros la expusieron, pero el libro agrega nueva evidencia muy iluminadora.

Por eso mis recomendaciones para esta navidad, son que vaya al cine a ver «La Fuente» y regale los 2 libros, una novela biográfica y un libro de política, ambos enseñan y entretienen. Y si conoce a alguien con dudas sobre qué votar el 14, regálele el libro de Axel Kaiser para que se le disipen.