Una cosa es la deslegitimación de las elites y la necesidad de corregir y condenar sus delitos, pero otra es sostener que estamos en el peor de los mundos y llamar a la retroexcavadora.
En las últimas décadas la desigualdad del ingreso ha disminuido como nunca antes, pero a pesar de esto, muchos se han sumado al discurso de la igualdad, tanto personas de izquierda como de derecha.
«El progreso es imposible sin cambio, y aquellos que no pueden cambiar sus mentes, no pueden cambiar nada»
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