No se trata de si debemos cerrar fronteras o abrirlas de forma absoluta, se trata de canalizar de forma ordenada una de las consecuencias de vivir en un mundo globalizado.
Lo más increíble fueron las reacciones de quienes perdieron: además de los decadentes y explícitos comentarios fascistas a los que ya nos tienen acostumbrados los diputados comunistas.
«La libertad es un derecho humano fundamental, sin él no hay vida digna»
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