El uso de la razón, desprovisto de analizar el sustrato sensible, emocional y tribal que aún inunda nuestra naturaleza humana, termina por abrir el camino del éxito a corrientes totalitarias y autoritarias que despiertan aquellos dispositivos atávicos de la masa enardecida.
Leer másDe continuar eludiendo la emoción, los liberales pueden verse enfrentados al fatídico escenario de pasar a la irrelevancia, y dar paso a una peligrosa hegemonía de lo irracional.
Leer más«El progreso no es una bendición ininterrumpida.
A menudo viene con sacrificios y luchas»