Lo de hoy es diferente; no se pelea por vida o muerte, y estamos en democracia. No se justifica dividir ni violentarse así. Diferencias siempre van a existir, pero hoy tenemos políticos e instituciones para eso.
La violencia, provenga del lugar que sea, debe ser repudiada, pues el justificar el extremismo, genera inexorablemente un extremismo opositor.
Las libertades personales tienen su límite en la vida, libertad y propiedad del resto. Es un concepto muy simple, que nuestras autoridades no comprenden o no le asignan importancia.
«La libertad no es un regalo de Dios, sino una conquista humana»
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