Más que marcar una identidad, este movimiento ha generado una excesiva demostración de un supuesto virtuosismo. No es Bachelet versus Piñera, o parrianos versus nerudianos. Es bondad versus maldad. Yo soy bueno, formo un partido de gente pura, y el resto son los malos, los políticos y los empresarios. Yo soy bueno, voto apruebo, y el resto son malvados, los que van por el rechazo.
Leer más«La libertad no es un regalo de Dios,
sino una conquista humana»