Como diría Friedman, "el corazón de la filosofía liberal es la creencia en la dignidad del individuo y de su libertad de hacer lo mejor de sus capacidades y oportunidades de acuerdo a sus propias luces" y es incompatible con la idea de "redistribuir por razones de justicia".Lamentablemente muchos economistas de Chicago parecen haber olvidado esa lección.
Leer más«La libertad no es un regalo de Dios,
sino una conquista humana»