Los hechos ocurridos al interior del Instituto Nacional han cruzado los límites tolerados por la sociedad desde la Revolución pingüina de 2006. Los estudiantes ya no se manifiestan con las clásicas tomas y paros (que hoy despiertan cada vez menos simpatías en la población), ahora mandan la capucha, el overol y las molotov en el emblemático edificio de Arturo Prat 33 y pocos ven con claridad cuál será el futuro del colegio más antiguo de Chile con un alcalde “superado” y un rector “desahuciado”.
Leer másLa construcción de una sociedad con igualdad de oportunidades ha sido por varias décadas un objetivo esencial de la política […]
Leer más«El progreso no es una bendición ininterrumpida.
A menudo viene con sacrificios y luchas»