Ojalá que pronto los empresarios de la banca, las isapres, las farmacias y grandes tiendas, por nombrar algunos, entiendan que los chilenos quieren más de Uber y menos taxistas vivarachos.
En lugar de protestar para acabar con Uber y Cabify, los taxistas deberían unir fuerzas y demandar una regulación más flexible. Su reclamo actual es justificado, solo está mal enfocado.
El nuevo premio Nobel de Economía, Angus Deaton, nos transmite en su libro “El Gran Escape: salud, riqueza y los […]
«El progreso no es una bendición ininterrumpida. A menudo viene con sacrificios y luchas»
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