En Occidente, el poder de las religiones desapareció, pero en las ideologías, el afán de censura —aunque disminuido— se disfrazó, se invirtió y luego, en las redes sociales, se exacerbó.
«La libertad no se pierde por quienes se esmeran en atacarla, sino por quienes no son capaces de defenderla»
Súmate a la FPP