Lo cierto es que en la izquierda se confrontan dos visiones con respecto a la política democrática actual. Una está marcada por la mera ética de convicción, cuyo maximalismo es notorio cada cierto tiempo, que además concibe la política como una suma cero donde hay amigos y enemigos, lo que se ve reflejado en su clara visión instrumental de la democracia y sus instituciones más básicas como un simple obstáculo para sus concepciones radicales e incluso violentas e irreflexivas. La otra parte podría conformarse como un adversario razonable y esencialmente responsable, que entiende que la política es un espacio de antagonismos que nunca desaparecen pero que deben ser manejados dentro de los marcos democráticos fundados en una ética argumentativa.
Leer másEs probable que el FA pase de ser una adorable criatura a un adversario temible. Esto es lo que la Nueva Mayoría no ha entendido: el Frente Amplio no quiere coexistir con la vieja guardia, viene a fagocitarla y, de alguna manera, a redimirla de sus errores durante la transición. Esto pasa porque se concibe a sí mismo como una vía excluyente, tanto a izquierda como a derecha. La Concertación será la víctima sacrificial para dar paso a un nuevo pacto social.
Leer másClaridad, audacia y transparencia son tres direcciones en que avanzar. Pero hay un asunto más: como mostró el Frente Amplio, no se puede esperar a que los adversarios cedan el poder para tomarlo. Se requiere determinación en el objetivo, algo que la nueva derecha deberá entender, para poder disputar realmente el mapa del poder palo a palo con el rival.
Leer más«El progreso es imposible sin cambio, y aquellos
que no pueden cambiar sus mentes,
no pueden cambiar nada»