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El quinto marido de Elizabeth Taylor Publicado en El Mercurio 11.06.2022

El quinto marido de Elizabeth Taylor

El otro día asistí a una charla de varias personas sobre un mismo tema. Cuando le tocó al último tras 2 horas de monótonas exposiciones el relator en cuestión debuta con la siguiente frase. “Me siento como el quinto marido de Elizabeth Taylor en su noche de bodas; sabe lo que tiene que hacer, pero no sabe como hacerlo novedoso”. Después de leer y escuchar tantos análisis sobre el proyecto de la Convención Constituyente y porqué el Rechazo lidera en las encuestas, voy a avanzar una tesis que sorprendería a la Taylor.

Varias noticias dispersas me llamaron la atención. La primera es que 2/3 de los ingleses aprueban a la reina de 96 años, que usa las mismas carteras y se peina y viste igual que los últimos 70 años y los mismos 2/3 rechazan a la pareja de moda en los tabloides de Harry & Meghan, que son los regalones de la Oprah, abrazan las causas del #meetoo, del BLM (Black Lives Matter) y del “woke” y se suben a todas las micros de moda en Hollywood.

Circuló profusamente la charla a los inversionistas del banco HSBC de su analista jefe Stuart Kirk que dijo que el cambio climático se producía en tiempos geológicos en cambio los horizontes de inversión eran de 10 años, de manera que había que tener cuidado en darle un rol muy protagónico en las decisiones de inversión, lo que por supuesto fue rechazado por sus jefes y lo suspendieron. Pero eso fue recogido en Davos, como una muestra que en corrección política parece que las empresas se estaban pasando un par de estaciones y parecía necesario recordar que los problemas de agencia; la necesidad de hacerle cariño a los accionistas (que ponen la plata para que todo funcione) y el rigor intelectual también existen.

Después el Real Madrid ganó la Champions, que es la quinta que gana su entrenador Carlo Ancelotti, que hoy es revalorizado y admirado. El menos glamoroso de todos los entrenadores de los grandes equipos. No se viste como galán de teleserie, no celebra goles desaforadamente, no se enoja para llamar la atención ni es de quemantes declaraciones. Es un tipo serio, hasta aburrido, disciplinado, sobrio y trabajador pero que logra resultados.

Y esto me lleva al último tema que el rechazo a la convención está ganando porque hay desconfianza en su trabajo. La gente no lee 499 artículos, pero escucha, mira y se informa, y por eso desconfía del trabajo de los convencionales que votan borrachos o en la ducha; del pelao Vade; la tía Pikachu y el cantante de plurichile, de la redacción de los partidarios de la violencia y que homenajeaban en el congreso a los delincuentes de la primera línea. Y por eso la gente sensata desconfía y reivindica a los expertos, a los aburridos, a los que admiran por su sobriedad y rigor e intuitivamente rechaza.

Si usted se va a operar de un tumor, busca a un doctor intrépido y aventurero o a uno con experiencia y conocimientos probados. El mundo está convulsionado y las certezas se han extinguido. Nos decían que las guerras, las pandemias, la inflación, el comunismo y las hambrunas habían desaparecido. En definitiva, que la historia había terminado. Pero Rusia/Ucrania, el terrorismo islámico, la economía y el Covid lo han desmentido. En ese contexto parece que el péndulo está retornando al centro. La gente revaloriza los liderazgos experimentados, admira la humildad y la sobriedad por sobre la extravagancia y la prepotencia. Y por eso las encuestas muestran que la gente quiere cambios constitucionales pero hechos por una comisión de expertos que nos entregue una constitución confiable.

"Si se aprueba la Constitución de Rojas Vade, se habrá escrito en piedra el producto de una de las más perniciosas combinaciones ideológicas que haya conocido la humanidad."

Ojalá los brotes verdes no se marchiten. Si se aprueba la Constitución de Rojas Vade, se habrá escrito en piedra el producto de una de las más perniciosas combinaciones ideológicas que haya conocido la humanidad. Una que mezcla un indigenismo retrógrado con el totalitarismo político y el deshumanismo que cree que lo peor que le ha pasado a nuestro planeta es la aparición del ser humano y por eso quiere abortarlo, empobrecerlo y someterlo. Confiemos que las encuestas no se equivoquen y que Chile votará por la seriedad, rigor y confiablidad de la reina Isabel y Ancelotti y no por la constitución del Pelao Vade y la Tía Pikachu.

Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.

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