El delirio institucional del feminismo de género
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Publicado en El Mercurio, 10.05.2024Son varios los pájaros que desaparecen en Chile estos días. Algunos por culpa de los cazadores, porque ya partió la temporada de caza —especialmente de tórtolas—, y otros porque emprenden su vuelo al Golfo de México, Boston o Alaska. Allá llegan desde Bahía Lomas, en Tierra del Fuego; desde Caulín, en Chiloé; o desde Papudo o Cachagua, los más glamorosos. Hay pájaros que hacen éxodos menos sorprendentes y se mudan «apenas» al Amazonas, como los Fío-Fíos, que ya nos dejaron. Al contrario, otros llegan a Santiago, como los Picaflores desde el sur y la cordillera, o la Viudita, que llegará más entrado el invierno desde el sur.
«Hemos perdido a miles de millones de pájaros en los últimos cincuenta años. Nativos, introducidos, fuertes o débiles, desaparecieron de Estados Unidos. Hay, sin embargo, esperanzas. Algunas especies se han recuperado: rapaces, por la prohibición de algunos plaguicidas, y aves acuáticas, por la conservación de lagos, lagunas y humedales».
Hoy, ya avanzado el otoño, han migrado casi todas las aves playeras que acostumbran a emigrar. Sin embargo, todavía se puede ver una que otra rezagada por las playas centrales, caminando solitaria. Si se le ve con plumas más coloridas a las que utilizó durante el verano, seguramente es porque se va a ir. Si no, se quedará, aunque son las menos. Las plumas las cambian para poder sorprender a sus parejas, muchas en el otro hemisferio, otras por acá.
Chorlos y Playeros Vuelvepiedras han sido vistos estos días con plumas nuevas, según eBird, así que aún quedan algunos que se irán. eBird es una aplicación adonde los pajarólogos suben sus avistamientos diarios y está revolucionando el conocimiento gracias a los miles de datos que se suben día a día. Esta aplicación nació en 2002, en la Universidad de Cornell, gracias a una alianza con la Audubon Society. Era solo para la gente alrededor de Cornell, pero su crecimiento fue exponencial, y ya es mundial. Es amigable y dinámica, para el común de los mortales. En diez años completó 100 millones de avistamientos, y los siguientes 100, en apenas dos años más. Sabemos que los Zarapitos de Pico Recto, por ejemplo, ya se fueron casi todos de Chiloé. Y no solo eso: gracias a otras tecnologías, podemos saber que uno voló sin parar hasta la Bahía Matagordas, en Texas, toda una odisea. Hay radares y sistemas de anillamiento que hoy nos iluminan sobre rutas, velocidades, lugares de descanso y muchas otras características de los viajes de los pájaros. Cada vez entendemos mejor cómo se comportan —Aristóteles creía que las golondrinas hibernaban— y qué podemos hacer para salvarlos, si es que queremos. Hemos perdido a miles de millones de pájaros en los últimos cincuenta años. Nativos, introducidos, fuertes o débiles, desaparecieron de Estados Unidos. Hay, sin embargo, esperanzas. Algunas especies se han recuperado: rapaces, por la prohibición de algunos plaguicidas, y aves acuáticas, por la conservación de lagos, lagunas y humedales que han impulsado los cazadores, sí, los cazadores —los incrédulos pueden ir a leer la Science, Vol. 366, No. 6461, del 2019, y el Journal of Ornithology, 148, 343-349, del 2007, en los respectivos trabajos de hablan de esto—.
En fin, la ciencia y los instrumentos de conservación se sofistican en el tiempo gracias a los incentivos que generan los derechos de propiedad, las reglas claras y la innovación al servicio de la ecología. Y así es como también aparecieron privados que quieren comprar y proteger Cochamó, que suena bien —especialmente para los zorrones—, pero podrían hacerlo también con el Humedal de Batuco, una de las últimas ciénagas metropolitanas. Ahí llegan unos Piuquenes todos los inviernos desde la cordillera —parte de ese pantano, hay que decirlo, fue recientemente protegido por la Fundación San Carlos de Maipo—. Urge también cuidar lugares estratégicos como las desembocaduras de los ríos La Ligua, Huasco, Lluta y tantos más. Y no se puede dejar pasar, y recordar, el vergonzoso rechazo a la ley que permitía el control de los perros asilvestrados, uno de los peores males —junto a los gatos-mascota del ñuñoísmo—, para nuestra fauna pajarística. Irracionalidad e inconsistencia intelectual, a lo que nos tienen acostumbrado nuestros gobernantes actuales, los frenteamplistas oficiales.
Bueno, este sábado 11 de mayo es el Global Big Day, el día fijado por la Universidad de Cornell para celebrar a los pájaros y a su Día Mundial de Migración. Baje eBird y celebre pajareando con el resto de los chilenos, la Unión de Ornitólogos y la Red de Observadores de Chile, y el mundo.
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.
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