Un debate espinudo
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Publicado en El Mercurio de Valparaíso, 05.05.2023Este 3 de mayo se celebró un nuevo Día Mundial de la Libertad de Prensa. Su celebración tiene como objetivo defender la prensa libre en el mundo y recordarnos su importancia para la construcción y consolidación de sociedades democráticas. Lo anterior, pues juega un papel fundamental en la vigilancia y control del poder político y económico y es esencial para garantizar que los ciudadanos estén informados, empoderados y puedan participar activamente en los procesos democráticos, políticos y deliberativos.
Este recordatorio se hace más importante que nunca, sobre todo después de conocer los resultados del Instituto Variedades de la Democracia. Este concluye que el 72% de la población mundial vive en autocracias y que por primera vez, desde 1995, el mundo alberga más dictaduras que democracias plenas.
«Este año, la temática del Día Mundial de la Libertad de Prensa fue "la libertad de expresión como motor de los demás derechos humanos". Esto es clave tenerlo claro. Cuidar la prensa libre, también es cuidarnos y cuidar nuestros derechos».
El panorama en nuestra región es sombrío, con una proliferación alarmante de prácticas que atentan contra periodistas, medios de comunicación y la libertad de expresión: asesinatos, amedrentamientos, persecuciones, detenciones, exilios, criminalización y censura, entre otros. En Chile la situación aún no llega a tal punto, pero debemos poner atención.
Lo anterior, pues cada vez más se aprecian situaciones poco favorables a la libertad de prensa. Desde «arrebatos» del presidente contra periodistas a «encontrones» de alcaldes de oposición con entrevistadores y/o censuras a periodistas. Pero también robustos equipos de comunicaciones instalados en municipalidades que se dedican a desacreditar medios de comunicación si estos no están alineados con la autoridad local.
Por otra parte, no hay que olvidar la idea del Gobierno – y que se materializó en un informe encargado por la ministra Camila Vallejo a tres universidades del país – que como resultado arrojó «la necesidad de crear medios públicos, dictar un código de ética a nivel estatal, un nuevo diseño de distribución de publicidad estatal y controlar la difusión de los discursos de odio», entre otros. Propuestas que potencialmente podrían atentar contra la libertad de expresión y que pronto podríamos verlo materializado en un proyecto de ley de medios como lo propuso en su momento el candidato comunista Daniel Jadue. Como lo advirtió la Asociación Nacional de Prensa (ANP) al restarse de participar en las mesas de diálogo, señalando el riesgo y «el claro ánimo de utilizar ese informe para promover regulaciones que restrinjan la libertad de prensa».
Este año, la temática del Día Mundial de la Libertad de Prensa fue «la libertad de expresión como motor de los demás derechos humanos». Esto es clave tenerlo claro. Cuidar la prensa libre, también es cuidarnos y cuidar nuestros derechos.
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.
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