Para nadie es un secreto que en los últimos 2 años la política chilena -al menos en su forma tradicional- se ha degradado enormemente. Los parlamentarios y todo aquel que quepa dentro de la categoría de “político” ha caído bajo un tremendo cuestionamiento.
«El progreso es imposible sin cambio, y aquellos
que no pueden cambiar sus mentes,
no pueden cambiar nada.»