La Nueva Mayoría, en su afán por transformar Chile, supo desde un principio que “el modelo neoliberal”, antes de salir de las instituciones debía ser arrancado del alma de los chilenos.
iene razón el rector Carlos Peña al plantear que la semilla de lo que ocurre hoy en la UDI está en el cosismo impulsado por una de sus figuras más emblemáticas, Joaquín Lavín.
El liberalismo es un conjunto de ideas más bien descriptivo. El socialismo, por el contrario, es un sistema prescriptivo.
El país está siendo testigo de los cantos de sirena. En la Odisea, Ulises se aferró al mástil de su barco y para oír los cantos de sirena, tapó con cera los oídos de su tripulación. Aquí parece suceder algo similar, pero al revés.
“Somos las nietas de las brujas que nunca pudiste quemar” reza una de las consignas más populares del feminismo contemporáneo, aludiendo a la época en que la Iglesia Católica suprimió la herejía o cualquier tipo de desviación de la fe verdadera. Un periodo indudablemente oscuro donde el fanatismo, el control y el miedo rigieron a Europa y algunos países de América.
Las viejas verdades se olvidan, especialmente si no se inoculan en el lenguaje de las nuevas generaciones, insistía un viejo austríaco de la posguerra. Fernando Atria lo tuvo claro y evaporó estas verdades esparciendo mitos en matinales y universidades. Otros, en cambio, hacen de bisagras, y especialmente en la élite. Andrea Repetto, Jorge Correa o Rodrigo Vergara, por ejemplo, empujan las ideas que caminan inestables por cornisas.
No entiendo a buena parte de la “centro-derecha” y no creo estar solo. Es más, pienso que estoy demasiado acompañado...
Asistimos a la declinación y a un probable ocaso de la coalición de gobierno, Chile vamos -la que debería comenzar a llamarse Chile íbamos, de no enmendar el rumbo-, ante la aprobación del retiro de 10% del sistema de pensiones.
Una de las lecciones más persistentes de la historia es que existen tendencias que, de no revertirse cuando comienzan a tomar fuerza, terminan por avanzar demoliendo todo a su paso.
Mucha tinta se ha derramado, pero poco se ha reflexionado con relación a lo ocurrido durante el 18-O y acerca del malestar social en Chile que pareciera haberse desbordado por las calles.
En el último Informe de Finanzas Publicas (IFP) publicado por la Dipres a fines de junio, se observa tanto la profunda influencia que ha tenido la pandemia en las cuentas fiscales del país, como el profundo impacto fiscal del acuerdo por el Plan de Emergencia para poder contrarrestar los daños económicos de esta.
Albert Einstein decía que la crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos y es en ella donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Hace tiempo que en nuestro país se viene hablando de crisis.
¿Cuántas veces hemos escuchado, visto o leído de episodios de violencia, con heridos, incendios e incluso muertos en la provincia de Arauco y en la contigua Araucanía? Probablemente muchos y ocurre que más de 230 personas, víctimas de violencia, se encuentran en un estancamiento respecto a los planes de ayuda para palear tal situación.
Estas semanas hemos visto casos alarmantes de desbordes institucionales y de trasgresiones al Estado de Derecho. Mas aún, pareciera que desde octubre el fenómeno que más se ha hecho evidente y habitual es actuar al margen de la ley e ignorar las reglas establecidas. Es como si, en menos de seis meses, hubiéramos pasado de ser uno de los pocos países de América Latina que cumplía las normas, a un país de forajidos sin la ley.
Hay miles de eventos que representan exactamente lo que el presidente norteamericano describe.
Agustín Squella dijo que “todo derecho tiene un límite”, cuestionando el derecho de los padres de traspasar sus valores a sus hijos. Lo más chistoso que le he leído desde que acusó a Roger Scruton de «neoliberal». En algo tiene razón, eso sí: los derechos tienen límites, algo que Fernando Atria olvida cuando le conviene.
Son muchos los hogares chilenos golpeados por los efectos de la crisis sanitaria. Múltiples figuras del mundo político, de izquierda y derecha, creen tener la solución para decir basta al sufrimiento de estas familias. Poco a poco se instala en la discusión pública el fetichismo previsional que podría poner en riesgo las futuras pensiones de millones de chilenos.
El remezón económico que se está produciendo a consecuencia del coronavirus tenderá a rebarajar el naipe de la discusión pública. […]
¿Cuánto pasado debemos quemar para sentir que finalmente se ha hecho justicia?
La discusión sobre la estrategia para continuar abordando la pandemia del coronavirus en la región suma otro capítulo. Fueron veinticuatro alcaldes de la región del Biobío que se reunieron para aunar propuestas que presentar al mandamás de Salud, ministro Enrique Paris, y al ministro del Interior Gonzalo Blumel. ¿El objetivo? Adquirir nuevas facultades en materia sanitaria y de seguridad. Para ello arguyen su abultado conocimiento de la realidad local.
«El progreso no es una bendición ininterrumpida.
A menudo viene con sacrificios y luchas»