Axel Kaiser en El Nuevo Siglo de Colombia: «Las izquierdas buscan destruir los órdenes institucionales»

El escritos y analista chileno Axel Kaiser lanza una advertencia contundente en su más reciente libro Parásitos Mentales, donde describe cómo ciertas ideas progresistas actúan como infecciones ideológicas que debilitan las instituciones democráticas. En entrevista con EL NUEVO SIGLO, Kaiser sostiene que las izquierdas en la región no buscan meras reformas, sino la destrucción del orden institucional para instalar regímenes autoritarios, lo que representa, a su juicio, una amenaza directa a las libertades fundamentales.

Para Kaiser, el avance de estos movimientos no solo se explica por la promesa de subsidios o el discurso populista, sino también por el abandono del combate cultural por parte de la centro-derecha, que —según él— ha sido tímida, complaciente y carente de propuestas transformadoras. Frente a este panorama, el autor se muestra esperanzado con un posible giro político en Colombia y afirma que figuras como Vicky Dávila, a quien está asesorando, podrían encarnar una alternativa de renovación y progreso.

«Hay personas que están tan infectadas por estos parásitos que prefieren estar mal ellos y con eso garantizan que van a estar peor los ricos o la gente a la cual le tienen rabia».

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué tan grave es hoy la amenaza de la izquierda populista en América Latina?

AXEL KAISER: Creo que sigue siendo muy grave porque Venezuela sigue estando donde está, Brasil está en un muy mal camino de la mano de Lula y de Moraes, que es el juez de la Corte Suprema que se ha convertido en dictador en la práctica en Brasil. Chile ha sido muy maltratado por el gobierno de Boric, Colombia con Petro ha retrocedido muchísimo en libertades, en clima social, en un montón de cosas, incluso en seguridad yo me atrevería a decir.

Y siempre hay una amenaza que está presente, están en todos los países casi organizados, Centroamérica con Ortega hace mucho tiempo también, tiene la influencia cubana que todavía juega un rol importante, en México está Claudia Sheinbaum que es una socialista que apoya a Cuba ahora con financiamiento.

Entonces es un escenario complejo porque estas izquierdas no son izquierdas razonables que lo único que quieren es subir impuestos y gastar más, sino que lo que buscan es realmente destruir los órdenes institucionales que tenemos para consolidar proyectos de partido único, proyectos políticos monolíticos y con lo cual además destrozan las economías. Así que yo creo que no nos podemos descuidar.

ENS: En su libro usted habla de 7 parásitos mentales. ¿A qué se refiere? 

AK: En términos generales son ideas de izquierda, progresistas, que se meten en la mente de las personas, se anclan en el sistema nervioso, se contagian de una persona a otra y que conducen a una evolución política y social que es muy destructiva porque termina por hacer agrandar el Estado de manera insostenible, crisis fiscales, termina por crear odiosidad de clases dentro de la misma sociedad, fomenta la envidia y el resentimiento y en última instancia elegir políticos o líderes que cuando tienen todo el poder o el suficiente destrozan la democracia como ocurrió con Chávez. Entonces, hablo de esos siete parásitos.

ENS: Si la mayoría de gobiernos de izquierda radical y populista han fracasado, ¿por qué la gente los sigue eligiendo?

AK: Creo que hay un porcentaje de la población que prefiere la venganza social a la genuina libertad y el progreso. Hay personas que están tan infectadas por estos parásitos que prefieren estar mal ellos y con eso garantizan que van a estar peor los ricos o la gente a la cual le tienen rabia.

Hay otro porcentaje de gente que los elige porque les prometen cosas gratis y sienten que van a estar mejor cuando les den esas cosas gratis. Y hay otros que son ingenuos, que se dejan engañar simplemente por el discurso que suena lindo.

ENS: Hay quienes culpan del avance de la izquierda populista a la mala gestión y los errores de discurso de la centro derecha. ¿Qué responder a estas personas?

AK: Eso también es un problema, efectivamente eso existe. Creo que ha habido estancamiento de parte de grupos que han gobernado en la centro-derecha, timidez en hacer reformas que realmente promuevan el bienestar creciendo a los niveles que la gente quiere ver crecer. Que se han comprado también ideológicamente muchas ideas del discurso de izquierda. Lo que pasa es que es más gradual, más suave, pero se las han comprado. Y entonces no han podido ofrecer una alternativa de país distinta.

Y también cierta comodidad en las élites que cuando todo está funcionando para ellas y las cosas están relativamente estables, no hay que hacer grandes esfuerzos por cambiar nada. Eso lleva a una frustración en la ciudadanía porque quieren ver mejoras.

Y lo último que para mí es lo más importante, un fracaso en el combate cultural para convencer a la gente de las ideas correctas, que son las ideas que permiten que florezcamos en nuestras sociedades. Eso en las derechas no se hace. Lo hace mucho más la izquierda, pero con sus ideas que son malas y que nos dañan y que no funcionan. Por eso también tienen un triunfo, porque controlan mucho más la hegemonía cultural. En la batalla cultural llevan la ventaja, la delantera.

ENS: Los críticos de la izquierda sostienen que a esta corriente política le gusta hablar de pobreza, pero no para superarla, sino para perpetuarla como fuente electoral. ¿Usted qué cree?

AK: Hay un vídeo bien interesante que circulaba con declaraciones de López Obrador, de Rafael Correa y otros líderes de izquierda, en que ellos decían que les convenía mantener a la gente pobre porque cuando la gente pasa a la clase media empieza a votar por la derecha. 

Entonces, hay algo en la agenda de izquierda de mantener a la gente pobre para convencerla de que tienen que votar por ellos porque así reciben los beneficios y los subsidios que necesitan para subsistir. Y que si llega la derecha malvada los van a perder.

Entonces, claro, se hacen dependientes del gobierno, se hacen dependientes del político de izquierda. Y eso es una estrategia para ellos de estar en el poder. Si nadie necesitara del gobierno nada, no sé si la izquierda ganaría tan fácil. Tal vez ganaría igual, pero no tan fácil.

ENS: ¿Cómo ve usted a Colombia hoy cuando está arrancando la campaña electoral después de su primer Gobierno de izquierda en la historia?

AK: Veo con optimismo la posibilidad de un cambio de gobierno el próximo año. Eso es lo que veo. Que hay más gente que hoy día se ha dado cuenta de que un gobierno de izquierda socialista, como el de Petro, que hasta simpatiza, porque lo sabemos, con la dictadura de Nicolás Maduro, que no es lo mejor para Colombia, que de hecho es negativo, que es una amenaza para la subsistencia de la libertad de los colombianos en el mediano y largo plazo si se sigue en este camino. Y del bienestar, ni hablar, también. 

Por lo tanto creo que va a haber cambio de gobierno el próximo año. Espero que le vaya bien a Vicky Dávila, a quien yo estoy ayudando. Ella me da la impresión de ser una persona que ama a Colombia, con mucho carisma, con ganas de hacer cambios importantes para que el país salga adelante. No de volver a lo que tenían antes de Petro, sino a presentar algo distinto con un proyecto de futuro y de prosperidad para todos y especialmente los que más lo necesitan.