Inicio » Columnas » Allende: «Justicia divina»
Allende: «Justicia divina» Publicada en El Mercurio, 13.04.2025

Allende: «Justicia divina»

Esta semana Isabel Allende ha cesado en su cargo de parlamentaria por vender (junto a otros herederos) la casa de su padre al Estado de Chile. Ella ha argumentado ignorancia, buen fe y ausencia de daño, ha invocado su apellido y su trayectoria y sus abogados alegaron además que se trataría de un contrato de adhesión (como el contrato de transporte implicito en la compra de una tarjeta bip) y que el acto jurídico no estaba concluido. Veamos si tienen razón.

Cuando el sentido de la ley es claro no se desatenderá su tenor literal a pretexto de consultar su espíritu, escribía Andrés Bello en el Código Civil. 

La Constitución señala:

«Artículo 60.

- (…)

Cesará en el cargo el diputado o senador que durante su ejercicio celebrare o

caucionare contratos con el Estado….».

«Existe algo de justicia divina en esto. Isabel Allende fue muy celosa en exigir el cumplimiento de la Constitución. Asi ella votó a favor de las acusaciones constitucionales en contra de los ministros Beyer y Chadwick. Ambos por mucho menos y con mucha mejor buena fe fueron defenestrados sin piedad por su dedo pulgar».

No se trata de una redacción abstrusa, es una norma simple, clara y directa. Tampoco se encuentra escondida en un lugar recóndito de nuestra legislación, está en la Constitución Política del Estado que ningun político puede ignorar. Tampoco la norma es nueva como para que a uno lo pudiera sorprender desactualizado. Viene de una modificación introducida el año 1892 a la Constitución de 1833 y y fue mantenida en la Constitución de 1925. Es una norma profiláctica porque los parlamentarios tienen una gran influencia sobre el aparato público y si pudieran celebrar contratos libremente con el Estado, Dios nos pille confesados.

El contrato celebrado corresponde a un contrato de compraventa, definido en el Código Civil como «un contrato en que una de las partes se obliga a dar una cosa y la otra a pagarla en dinero». Para el caso de bienes raíces, la venta no se reputa perfecta ante la ley mientras no se ha otorgado escritura pública, requisito que se cumplió con la suscripción de la escritura pública de compraventa el 30 de diciembre de 2024. Y respecto al supuesto contrato de adhesión, a alegar a la FIFA, porque no hay nada menos de adhesión que el contrato de compraventa de bienes raices y éste además se negoció largamente incluso el precio.

La ex senadora Allende alegó ignorancia de la Ley. EL Código Civil, señala: «nadie podrá alegar ignorancia de la ley después que ésta haya entrado en vigencia». La ex senadora señaló que ella estaba de buena fe porque no sabía. El mismo código, establece que un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe. Pero el error en materia de derecho constituye mala fe, que no admite prueba en contrario.

Como hemos visto la Constitución no establece excepciones como el apellido de la senadora, o su trayectoria, tampoco la ausencia de daño, ni menos al conocimiento que tenga o no de la norma en cuestión. El sistema democrático funciona cuando las reglas son simples, razonables, inteligibles, iguales para todos y la interpretación y su juicio posterior la realiza un tribunal independiente. El fallo del TC es claro y macizo y no da lugar a dudas de su independencia e imparcialidad.

Esta dificultad para cumplir con la ley no es nueva en la familia. Salvador Allende también los tuvo y así se lo representaron la Cámara de Diputados el 22 de agosto de 1973 y la Corte Suprema al día siguiente. Dos poderes del Estado le hicieron ver al entonces presidente que estaba incumpliendo la Constitución. La Democracia Cristiana, también desconfiaba de Allende y su adhesión a la democracia y por eso previo a elegirlo le exigió firmar un estatuto de garantías constitucionales. Con eso pretendía evitar que Allende convirtiera a Chile en otro tipo de democracia, como llamó Jeannette Jara a la dictadura cubana.

Existe algo de justicia divina en esto. Isabel Allende fue muy celosa en exigir el cumplimiento de la Constitución. Asi ella votó a favor de las acusaciones constitucionales en contra de los ministros Beyer y Chadwick. Ambos por mucho menos y con mucha mejor buena fe fueron defenestrados sin piedad por su dedo pulgar. Ninguno de ellos estaba animado por el lucro como la ex senadora, que en vez de donar sus derechos sobre la casa a la fundación de su padre, prefirió que el Estado se la comprara, pasando por caja para que después se la entregaran en comodato a la fundación para administrarla. 

Sin embargo yo quiero reivindicar el legado del apellido Allende. Don Salvador nos enseñó que se debe estar dispuesto a morir por defender la presidencia de la república cuando se ha sido elegido democráticamente. Maya nos ha enseñado que los ministros -por buenas razones- tienen prohibido contratar con el Estado y de Isabel hemos aprendido a que cesan en el cargo los parlamentarios que contratan con el Estado, aunque -según ella- lo hayan hecho de buena fe.

Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.

ÚLTIMAS OPINIONES

La miseria del proteccionismo

Pocas ideologías han hecho más daño en el mundo que la del proteccionismo comercial.Para entender bien en qué consiste aplicar […]

Publicada en El Mercurio, 13.04.2025
La miseria del proteccionismo

Carmona, Martínez y la tradición allendista

Los dichos de Lautaro Carmona sobre la necesidad de escribir una nueva Constitución son de suma relevancia. Si bien, ante los […]

Publicada en El Mercurio, 13.04.2025
Carmona, Martínez y la tradición allendista

El inmaculado Holding Allende

Al formar una editorial, siempre tuve y tengo que buscar nuevos traductores. Ante la escasez de traductores chilenos, uno siempre […]

Publicada en El Mercurio, 13.04.2025
El inmaculado Holding Allende

VIDEO DESTACADO

La Cocina | Muerte del Nobel Vargas Llosa y crisis en el fútbol chileno

«La libertad no se pierde por
quienes se esmeran en atacarla, sino por quienes
no son capaces de defenderla»

Súmate a la FPP

¡ Chatea con nosotros !