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Afinando la orquesta Publicada en El Mercurio, 23.12.2023

Afinando la orquesta

Ahora que con la película sobre Leonard Bernstein se han puesto de moda los directores de orquesta, yo le recomendaría al Presidente que vea la charla TED, Leading like the great conductors, del director de orquesta israelí Itay Talgam. Esa charla es una de las más vistas en TED y le puede servir para mejorar su liderazgo, porque Chile está al garete. Si el gobierno fuera una orquesta, claramente desafina: cada uno toca por su lado, varios quieren reemplazar al director, nadie sigue la partitura y el coro canta lo que se le ocurre.

«Una forma de liderar es no permitir los malos ejemplos. Si en 15 de sus reparticiones al Ministro de Vivienda le distraen recursos por miles de millones de pesos, se debe pedirle la renuncia. Si no supo del problema, es incompetente. Si supo, es al menos negligente».

En cualquier organización humana, nuestro joven Presidente estaría aprendiendo de los mayores. Sin embargo, lo pusimos a dirigir el país. Por eso, los más veteranos deben dar algunos consejos que pueden servir para que la orquesta recupere un trabajo armónico y deje de desafinar.

Lo primero es la partitura. La del gobierno la rechazó masivamente el pueblo chileno el 4 de septiembre del año pasado. La gente se cansó de la violencia y del estancamiento. Chile quiere seguridad, trabajo y prosperidad, y eso lo obliga a revisar completamente su partitura. Eso incluye lo que hizo en educación y no insistir en más impuestos ni en un mal proyecto previsional.

En seguida, una forma de liderar es no permitir los malos ejemplos. Si en 15 de sus reparticiones al Ministro de Vivienda le distraen recursos por miles de millones de pesos, se debe pedirle la renuncia. Si no supo del problema, es incompetente. Si supo, es al menos negligente. Y esto no es personal. Carlos Montes ha sido una persona de gran trayectoria política y merece respeto. Pero el precedente es pésimo para todos los demás personeros que administran bienes públicos, porque la negligencia queda impune. Si esto fuera una orquesta y uno de los músicos desafinara de esa manera, se debiera cordialmente invitarlo a buscar otra orquesta. El todo es más importante que cada una de las partes y eso está en el corazón del socialismo que el gobierno abraza.

Por otra parte, hay que hacerse cargo de los problemas antes de que crezcan. La detección temprana y la reacción oportuna frente a un incidente son las madres de una buena administración. La doctrina Barros Luco de que hay dos tipos de problemas -los que no tienen solución y los que se arreglan solos- no existe en el gobierno. Los incendios del año pasado fueron un ejemplo, la educación en Atacama otro y la salud, para qué decir. Si no se sabe cómo enfrentarlos, habría que nombrar a personas que si sepan y empoderarlas.

En seguida, los nombramientos. La televisión abierta parece ser una industria en extinción. Pero la pública puede tener una oportunidad si mantiene el carácter de neutralidad y servicio público y no degenera en un megáfono del gobierno de turno. Nombrar a alguien como Francisco Vidal desoye una de las reglas básicas del decálogo de consejos de Richard Strauss para un buen director de orquesta:  jamás mirar a los trombones porque se entusiasman.

Otra sugerencia que habla de un buen liderazgo es no obstaculizar las buenas ideas sino que promoverlas, para no descorazonar a todos los que buscan innovar e invertir y no se van a atrever. Si, luego de 6 años, el consejo de ministros desecha un proyecto, debe revisar el procedimiento. Esos son pésimos precedentes. En cualquier proyecto de inversión relevante, el NO debe ser rápido y el SÍ definitivo. Si no, va a seguir estancado, salvo que eso sea lo que busca su coalición en cuyo caso, dígalo para que la gente vote entre desarrollo y estancamiento.

Finalmente, una muy buena medida es copiar los buenos ejemplos. Argentina está siguiendo el camino de la desburocratización y la desregulación, disminuyendo el gasto público y liberando restricciones para fomentar la inversión. Es bueno revisar cómo andamos por casa y los resultados van a ser inmediatos. Pero hay que tener cuidado con a quién preguntar, porque los incentivos son relevantes. Por los mismo nunca se le pregunta al barbero si se necesita un corte de pelo. Si al SII o a cualquier otro servicio público se le pregunta si necesita más facultades, la respuesta siempre va a ser Sí. Y que, además, necesitan más recursos. Con estos consejos les aseguro que los villancicos van a sonar más afinados para usted Presidente y el país. ¡Feliz Navidad!

Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.

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