Populismo jesuita (II)
Señor Director:
Jorge Andrés Richards (carta de ayer) continúa evadiendo el argumento de fondo de mi columna para refugiarse en un simplón credencialismo moral basado en obras jesuitas que no discuto y cuya evaluación, de cualquier modo, debe efectuarse caso a caso. Al hacerlo actúa como si los jesuitas tuvieran el monopolio de la filantropía, abusando del aura de intocabilidad que ella confiere.
Adicionalmente parece asumir, sin más, que ese es siempre el mejor camino para ayudar al prójimo. Lo cierto es que, aunque necesaria, más que filantropía —especialmente si es asistencialista—, lo que requieren los pobres son oportunidades para pararse sobre sus propios pies. Y eso pasa por que exista libertad económica y Estado de Derecho, precisamente las instituciones que contribuyen a destruir muchos jesuitas con su teología populista de la salvación.
A través de ella pavimentan el camino para la lucha de clases al instigar la culpa social y un sentido redentor en las élites, por un lado, y el resentimiento y el odio social en quienes viven fuera de la 'cota mil', por el otro.
La pregunta de fondo, entonces, podría resumirse de manera muy simple: ¿concuerdan jesuitas como Richards con la declaración del Papa Francisco según la cual 'son los comunistas los que piensan como los cristianos?'. La respuesta dará pistas sobre la real naturaleza de su compromiso con los pobres.
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