Reseña "Crítica de la víctima" de Daniele Giglioli

Hace unos días, el escritor e ícono de la izquierda española, Arturo Pérez-Reverte, señaló que, si bien defiende el lenguaje inclusivo y la idea de que la lengua ha estado condicionada por la sociedad patriarcal, otra cosa es plegarse: «a la estupidez de que todes les vaques son explotadas y no pueden dar leche. No. ¡Váyanse al carajo! Eso viene de sectores analfabetos del feminismo, que intentan imponer el analfabetismo».[1] Esta afirmación no es más que la demostración de que, a cierta parte de la izquierda, el actual rumbo que está tomando el cambio cultural que proponen se les escapó de las manos, viéndose en la obligación de ir en contra de las remotas derivadas de sus propias premisas.

En este contexto se sitúa el libro Crítica de la víctima del profesor de literatura comparada de la Universidad de Bérgamo y crítico literario, Daniele Giglioli. Sin la necesidad de conocer su trayectoria, el lector sabrá identificar a Giglioli como un autor de izquierda al observar sus referencias bibliográficas y sus recurrentes, aunque débiles, críticas al capitalismo, al neoliberalismo y al conservadurismo. Con todo, este dato es una buena razón para leer este libro y, así, ver cómo un intelectual de izquierda critica un concepto que se encuentra en todas las demandas y reivindicaciones que articulan a la izquierda contemporánea, a saber, el victimismo.

Sin embargo, este libro no es una crítica a la trayectoria victimista de la izquierda, es una advertencia de los nefastos efectos que el victimismo produce en la sociedad. A juicio de Giglioli: «la prosopopeya de la víctima refuerza a los poderosos y debilita a los subalternos. Vacía la agency. Perpetúa el dolor. Cultiva el resentimiento. Corona lo imaginario. Alimenta identidades rígidas y a menudo ficticas. Hinca al pasado e hipoteca el futuro. Desalienta la transformación. Privatiza la historia. Confunde la libertad con la irresponsabilidad. Enorgullece la impotencia, o la encumbre con una potencia usurpada».[2] El victimismo es doblemente perjudicial, por un lado, inmuniza de cualquier crítica al poderoso que se reviste de víctima y, por otro, define a las personas por lo que padecen y no por lo que hacen, creando una aristocracia del dolor y una meritocracia de la mala suerte, donde la libertad poco tiene que decir en un mundo donde el actuar pasa a un segundo plano.

"Recomendamos especialmente este libro a quienes buscan las causas de tanto malestar y pesimismo en una época de la historia donde nunca habíamos vivido mejor."

Crítica de la víctima es una aproximación interesante al fenómeno del victimismo, del que poco se habla y mucho daño ha hecho. Aunque el estilo propio de la literatura comparada usado por Giglioli pueda complicar a un lector más dado a textos analíticos, las conclusiones logradas en Crítica de la víctima hacen que el adaptarse a esta forma de discurso valga la pena. Recomendamos especialmente este libro a quienes buscan las causas de tanto malestar y pesimismo en una época de la historia donde nunca habíamos vivido mejor. Es decir, Crítica de la víctima es un buen complemento del libro En defensa de la Ilustración de Steven Pinker.

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[1] Entrevista disponible en: https://www.infobae.com/america/cultura-america/2019/04/28/arturo-perez-reverte-hoy-el-hombre-esta-agotado-como-limon-de-paella-ya-se-ha-escrito-todo-sobre-el/

[2] Giglioli, Daniele (2017). Crítica de la víctima (Bernardo Moreno Carrillo, traductor), Herder, Barcelona, pos. 1117 de 1450

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