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“The Boys” (2019): Cuando los superhéroes super-abusan de su poder Publicado en El Líbero, 03.04.2021

“The Boys” (2019): Cuando los superhéroes super-abusan de su poder

imagen autor Autor: Sascha Hannig

Con un humor negro, no apto para todo público, pero con mucho para reflexionar, esta serie con dos temporadas plantea un mundo en el que los héroes están por sobre la ley.

Los superhéroes están de moda. Por décadas se los ha comparado con dioses, protectores con poderes que enfrentan amenazas planetarias. Los admiramos desde niños y nos imaginamos disfrazados como ellos. Sin embargo, ¿tener esta capacidad, hace a una persona necesariamente buena o considerada? The Boys (2019) nos plantea el mundo en el que los héroes abusan de su poder y muestra una interpretación crítica sobre lo que ocurre cuando estos seres viven en una sociedad que los adora como dioses, y en la que sus acciones están por sobre la ley. Con un humor negro, no apto para todo público, pero con mucho para reflexionar, esta serie con dos temporadas está disponible en Amazon Prime Video.

The Boys podría ser una serie típica de superhéroes: personas con habilidades extraordinarias se unen para trabajar de vigilantes, usan trajes e identidades secretas, tienen merchandising, películas y séquitos, todo coordinado por la agencia de héroes Vought International. Los protagonistas son parodias de personajes de Marvel y DC, como Superman, la Mujer Maravilla o Capitana Marvel. Sin embargo, pronto se quiebra la imagen de estas semi-deidades y comienza a vislumbrarse cómo, gracias al poder que tienen y la su reputación, estos héroes pueden esconder asesinatos, conspiraciones e incluso hacer lobby en el Congreso para que se les permita ser contratados en el ejército para luchar en guerras.

Un gran poder sin responsabilidad

Pero la serie no se queda solo con el contraste grandilocuente de los héroes distorsionando el bien y el mal, sino que además muestra la perspectiva del ciudadano común, que no tiene poderes y que debe adaptarse al sistema en el que los -literalmente- poderosos abusan constantemente de su fuerza e influencias.

Es ahí donde surge el nombre de la serie. Hughie Campbell, quien es un chico débil y con pocos contactos, ve morir a su novia atravesada por uno de los superhéroes más importantes de la agencia: Los Siete. Desde aquí se encuentra cara a cara con las maquinaciones de Vought para ocultar lo ocurrido: una indemnización, una cláusula de silencio, y por supuesto, ninguna respuesta ante la justicia. Mientras está decidiendo si aceptar dicha oferta, Hughie es interceptado por The Boys (Los chicos) un grupo de vengadores en busca de exponer la corrupción y falta de ética de los superhéroes, pero también evitar que estos puedan usar sus poderes en guerras.

La serie va explorando los conflictos que afloran cuando estos héroes se ven acorralados o sienten amenazado su status incuestionable en la sociedad. Algunos simplemente siguen las órdenes del equipo de marketing cuestionándose el mundo en que están participando, algunos guardan silencio, y otros se tornan violentos y hasta criminales. El ego, la condescendencia, la complicidad o la incapacidad de controlar su fuerza hace que los héroes sean incapaces de ver la irresponsabilidad de sus acciones, y en general sufren de delirios de grandeza y megalomanía. En suma, ven a los humanos como seres subdesarrollados e inferiores, que en general sirven para servir su necesidad de atención.

Una obra oscura, que se presenta como realista

Al ver la serie, es difícil no hacerse preguntas sobre la situación hipotética de ese mundo. Si evolucionáramos o pudiéramos generar mutaciones de ese tipo en un grupo selecto de humanos, ¿serían seres altruistas, protectores y bondadosos o mirarían al resto como personas inferiores, mientras disfrutan de la atención que les dan sus seguidores? Como el poder muchas veces corrompe, es probable que, pudiendo existir ambos casos, la segunda categoría de héroes sería predominante. Después de todo, ese tipo de poderes podría generar fuertes daños colaterales, y tendrían que haber leyes especiales para aquellos super-humanos. Al comparar eso con la realidad, la serie da la oportunidad de meditar sobre la naturaleza del poder y la importancia de la limitación de este último, ya sea poder físico, político o social.

Además, en la entrega basada cómic del mismo nombre de Garth Ennis y Darick Robertson, los temas se presentan como humor negro, pero no tiene tabúes para tocar conflictos delicados, como el abuso sexual laboral, la depresión, el fanatismo religioso y sectario, o las venganzas irracionales.

Finalmente, pese a que es una serie extensa, los capítulos dejan al espectador colgado del mensaje, el desarrollo de personajes, los conflictos y los giros inesperados. Se muestran las perspectivas de los héroes, el grupo que busca exponerlos, los políticos que discuten sobre ellos e incluso, de quienes rentan con el negocio de los superhéroes.

The Boys está disponible en Prime Video y tiene dos temporadas, con una tercera confirmada.

Trailer aquí

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Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.

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